El gobierno de Venezuela advirtió a Estados Unidos que avanzará con la elección de la Asamblea Constituyente, pese a su amenaza de imponer sanciones económicas como parte de una creciente presión internacional que busca obligar al presidente Nicolás Maduro a frenar su iniciativa. "Nada ni nadie podrá detenerla, la Constituyente va. Hoy el pueblo venezolano es libre y responderá unido ante la insolente amenaza planteada por un imperio xenófobo y racista", afirmó el canciller venezolano, Samuel Moncada.
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró el lunes que "tomará rápidas y fuertes medidas económicas" si Maduro persiste en la elección, el 30 de julio, de la Constituyente, que la oposición considera un "fraude" del chavismo para perpetuarse en el poder y hacer de Venezuela "otra Cuba". "Estados Unidos no se quedará pasivo mientras Venezuela se desmorona", afirmó el gobernante norteamericano en una nota oficial, sin detallar el alcance de las medidas. Según Trump, pese a que 7,6 millones de venezolanos votaron contra la Constituyente el domingo en un plebiscito simbólico organizado por la oposición, esas acciones son "ignoradas por un mal líder que sueña con convertirse en un dictador".
Al respecto, Maduro indicó ayer que podría activar el Consejo de Defensa de la Nacional (Codena) ante la "amenaza imperial" que representa una posible imposición de sanciones por parte de Trump. "Decidí activar el Consejo de Defensa de la Nación de acuerdo al (artículo) 323 de la Constitución, para responder integralmente la amenaza Imperial. La respuesta será muy firme, en defensa del patrimonio histórico anticolonial y antiimperialista de nuestra Patria... Unidos Somos Invencibles", escribió Maduro en su cuenta de Twitter (@nicolasmaduro). "A nuestra Patria no le da órdenes ni la gobierna ningún gobierno extranjero", afirmó el presidente venezolano en referencia a las sanciones preparadas por Washington.
Voceros de la Casa Blanca, respondieron que Trump no descarta ninguna opción, incluida la suspensión de las importaciones de petróleo de Venezuela, si Maduro no da marcha atrás en la Asamblea Constituyente que convocó. "Todas las opciones están sobre la mesa", manifestaron ayer fuentes de la administración Trump. "Entendemos que trabajamos con opciones que pueden tener consecuencias en Venezuela y también en Estados Unidos", dijeron funcionarios. La nación petrolera, hundida en una crisis económica por la caída de los precios del crudo, exporta a Estados Unidos unos 800.000 barriles diarios (bpd), de una producción reportada por la estatal petrolera PDVSA de 1.972.000 bpd.
Además de la escasez de alimentos y medicinas y una descontrolada inflación, Venezuela vive desde hace casi cuatro meses protestas que dejaron 96 muertos, con las que la oposición exige la salida del mandatario venezolano.
El cerco internacional creció tras el plebiscito. La Unión Europea (UE), el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y los gobiernos de España, Alemania, Canadá, Brasil, Argentina, México, Colombia, Perú y Panamá también pidieron a Maduro retirar su proyecto. El mandatario rechazó esos llamados y tildó de "insolente" a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, quien no descartó sanciones.
Francia llamó este lunes al "diálogo sincero" para resolver la crisis, en tanto que un centenar de legisladores de Colombia y Chile denunciaron a Maduro ante la fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya por violación de derechos humanos. "La presión internacional por sí sola no va a lograr algo crucial, pero sí podría facilitar el desenlace de la crisis", pues la Constituyente tiene un costo "para los intereses económicos y políticos del gobierno", comentó Mariano De Alba, experto en asuntos internacionales. Según el analista, es posible que "las amenazas de la comunidad internacional convenzan al menos a ciertos grupos que sostienen al régimen de que lo más conveniente es buscar una salida negociada, pues ello sería mejor que perder abruptamente el control del país".
A su vez, Venezuela declaró "non gratos" a los ex presidentes Vicente Fox (México), Jorge Quiroga (Bolivia), Andrés Pastrana (Colombia), Laura Chinchilla y Miguel Angel Rodríguez (Costa Rica), observadores del plebiscito y quienes abogaron por más presión internacional para detener la Constituyente.
"Paralización total"
Alentada por el plebiscito, la oposición activó el lunes la "hora cero", una estrategia que combina un aumento de las protestas y la conformación de poderes estatales paralelos a los que asegura están al servicio del gobierno.
De cara a la "escalada definitiva la próxima semana", la oposición venezolana convocó a una "paralización total" de actividades formales e informales para mañana. Ayer hubo bloqueos de calles, con algunos disturbios e incendios de vehículos.