El presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu conmemoraron juntos en París el 75º aniversario de un arresto de más de 13 mil judíos en la capital francesa realizado por las fuerzas francesas colaboracionistas. Macron cambió el enfoque tradicional de los presidentes franceses sobre la vergüenza del régimen de Vichy: por un lado, remarcó que la responsabilidad por la muerte de esos miles de judíos franceses fue íntegramente francesa y no puede descargarse toda la culpa en los nazis ocupantes. Por otro, enfrentó un punto de gran actualidad: "el antisemitismo sigue vivo, reinventado como antisionismo. No cederemos nada ante el antisionismo", advirtió. "Fue un gesto muy,muy fuerte", elogió Netanyahu.