Veinte países de de los 34 estados miembro de la Organización de los Estados Americanos (OEA) pidieron que se busquen vías "en el menor plazo posible" para ayudar a resolver la crisis política, económica, social y humanitaria que vive Venezuela. El resultado fue visto como una "victoria" por los aliados del régimen chavista venezolano, como Cuba y Nicaragua. Sin embargo, los veinte países lograron mantener el caso venezolano abierto, lo que puede terminar en el futuro con la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela y su consecuente suspensión de la OEA, que es lo que impulsa el secretario general del organismo, el uruguayo Luis Almagro.