La incertidumbre ante una posible declaración de independencia se propagó por la economía de Cataluña hasta las pequeñas empresas y los ahorristas, luego de haber empujado a bancos y grandes firmas a hacer las maletas. Ya no se trata sólo de gigantes financieros que trasladan su sede social para eludir la salida de España de Cataluña, lo que las dejaría automáticamente a las empresas sin el "paraguas" español y de la Unión Europea.
Después que CaixaBank —tercer banco de España—, Banco Sabadell —quinto— o la empresa de hidrocarburos Gas Natural Fenosa trasladaran sus sedes sociales fuera de Cataluña la semana pasada, la fuga continuó ayer con anuncios similares del gestor de autopistas Abertis y la inmobiliaria Colonial. Pero la onda expansiva de la inquietud alcanzó a firmas pequeñas, las míticas pymes catalanas, las grandes creadores de empleo en la región más rica de España.
"Nos llamó un cliente que estaba interesado en nuestra gestión, pero al decir que estábamos en Barcelona, eso fue un problema", le contó a la agencia francesa AFP María Hinojosa, empleada de una consultora financiera en la avenida Diagonal, una de las principales zonas de negocios en Barcelona. "Claro que afecta, hay una merma de ganas para comprar un piso (departamento), la gente ahora se lo piensa antes de invertir, por lo menos quiere esperar a ver qué pasa", dijo de su lado Pedro Gómez, especializado en compraventa de viviendas en una gestoría de la capital catalana.
Y con la salida de los bancos grandes bancos, el desasosiego inevitablemente cundía también entre los ahorristas. "Hemos estado con unos nervios, tenemos nuestro dinero en CaixaBank, dos veces hemos llamado, porque dices: ¡Tus ahorros!", relató Mercedes Cortinas, una ama de casa de 51 años de Barcelona.
Con el recuerdo fresco del caso del Banco Popular, adquirido en junio cuando estaba al borde de la quiebra, algunos clientes de las grandes entidades catalanas "ya han movido su dinero", explicó Juan Fernando Robles, economista de la Universidad a Distancia de Madrid. "Ha habido dos movimientos, unos clientes han movido su dinero desde Cataluña a otras sucursales del mismo banco fuera de la región y el segundo movimiento es mover los ahorros a terceras entidades", dijo Fernando Robles. "Es parte del conflicto político, el efecto psicológico que esto puede tener para la población", señaló de su lado Xavier Cuadras, profesor de Economía en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Los empresarios hablan sin pelos en la lengua. Advirtiendo sobre "las consecuencias económicas" de la independencia, el dirigente de poderoso lobby catalán Círculo de Economía, Juan José Brugera, pidió el fin de semana al presidente catalán Carles Puigdemont "no seguir adelante" con sus planes.
La aún más poderosa central patronal de Cataluña, Foment del Treball, ya crítica del proceso hacia la independencia, se reunió ayer y dio a conocer un comunicado demoledor. Foment del Treball asegura que hay fuga de capitales y cifra en "centenares" las empresas que están abandonando su sede social en Cataluña y acusa a la Generalitat de conducir a la comunidad a "la insolvencia". El texto afirma, que "además de las entidades financieras, empresas destacadas de todos los sectores, anuncian cada día su decisión de trasladar su sede social y centenares de empresas de menor tamaño las están siguiendo, que podrían ser miles en una situación, como la actual, cuando sindicatos absolutamente minoritarios convocan continuamente huelgas generales destinadas a servir de base a la perturbación continuada del orden laboral y la vida ciudadana". A este desastre económico se une que "sectores industriales importantes suspenden nuevas inversiones y las reservas turísticas en Cataluña se reducen en un 50 por ciento. En este entorno, numerosos clientes de fondos de ahorro y de inversión trasladan sus cuentas fuera de Cataluña", alerta Foment del Treball.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, aseguró por su lado que los depositantes de bancos que decidieron trasladar su sede social fuera de Cataluña pueden estar "tranquilos", ya que estos seguirán bajo "el paraguas" del Banco Central Europeo (BCE). "Son bancos que siempre van a tener el paraguas del BCE y, evidentemente, eso es muy, muy, muy importante en las circunstancias actuales".
Quedó una sola que cotiza en Bolsa
Ayer quedó sólo una empresa con sede en Cataluña que cotiza en el índice principal de la Bolsa de Madrid, el Ibex-35. Es el laboratorio Grifols, especializado en productos hemoderivados."Las empresas piensan: si de repente nos encontramos en un territorio que no pertenece a la zona euro, la seguridad jurídica dejaría de estar garantizada y la fiscalidad sería una interrogante, así que nos vamos", resumió Jesús Castillo, de Natixis. "Lo ocurrido la última semana, debería inyectar realidad al gobierno catalán: que se vayan las grandes empresas puede ser catastrófico para los ingresos fiscales de Cataluña", señaló Eric Dor, de la escuela de gerencia IESEG en París.