El nuevo presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, prometió una "revolución social", al asumir su gobierno, que se prolongará hasta 2021. Kuczynski sucede a Ollanta Humala. En Perú los mandatos presidenciales duran cinco años y no existe la reelección inmediata. Humala se va con un índice muy bajo de aprobación, pese a que Perú creció a muy buen ritmo bajo su presidencia. La impopularidad de los presidentes en Perú es casi una constante desde que se restableció plenamente el régimen democrático, luego del caótico final del poder fujimorista en el año 2000.
"Quiero un país más justo, más equitativo y más solidaridad", afirmó Kuczynski en un discurso de 40 minutos tras prestar juramento y recibir la banda presidencial de manos de la presidenta del Congreso, Luz Salgado. "Sí a la paz, sí a la unión, no al enfrentamiento, no a la división", clamó el mandatario liberal, que gobernará con un Congreso en el que el opositor partido Fuerza Popular (FP) tendrá mayoría absoluta. FP es la expresión del fujimorismo. Keiko Fujimori, hija del ex presidente, condenado y detenido por graves crímenes, compitió con Kuczynski en el ballottage y en la primera rueda logró un holgado primer puesto, lo que le dió a su partido la mayor bancada en el Congreso unicameral.
Participaron en la ceremonia los presidentes de Argentina, Mauricio Macri (ver aparte); de Chile, Michelle Bachelet; de Colombia, Juan Manuel Santos; de Ecuador, Rafael Correa; de México, Enrique Peña Nieto, y de Paraguay, Horacio Cartes.
En su discurso, Kuczynski se comprometió a construir un mejor país de cara al Bicentenario en 2021 y enumeró seis líneas maestras de su gestión. Llevar agua y desagües a todos los ciudadanos, prestar un servicio de educación pública de calidad, ofrecer una salud pública "sensible", formalizar la economía "hasta el máximo posible", construir infraestructura y "liberar al país de la corrupción" son las grandes metas que se planteó el nuevo presidente. "El Perú logró metas impensadas haca un siglo. Los avances son innegables, pero todos sabemos que se necesita más, mucbo más", afirmó. "El crecimiento no solo debe ser económico, sino también humano", agregó Kuczynski, entre aplausos de los presentes. Tocó así el punto débil del modelo peruano impuesto en los años de Fujimori (1990-2000) y poco modificado por sus sucesores: una economía abierta, basada en la exportación de bienes primarios que permite tasas de crecimiento altas y sostenidas (3,3 por ciento en 2015). Perú tiene asimismo una fuerte tasa de inversión, bien por encima del 20 por ciento del PBI, lo que refuerza el crecimiento sostenido. Pero la riqueza no llega a todos y existen grandes bolsones de economía informal y de miseria en las zonas internas del país. Pero tiene una buena parte de su población pobremente educada, algo agravado por los problemas de infraestructura que promete atacar Kuczynski.
En su discurso, el nuevo presidente peruano señaló a las inequidades en los ingresos como uno de los aspectos a corregir, y advirtió: "Las desigualdades entre los más ricos y los más pobres deben resolverse levantando los ingresos de los más pobres". Un aspecto fundamental en esa batalla por la equidad debe ser la garantía de que todos los peruanos accedan a servicios básicos de calidad, pues hoy son "extremadamente costosos". Para eso, indicó, será necesario buscar "complementariedad" entre los sectores público y privado.
Kuczynski también prometió trabajar contra los prejuicios raciales. "En un país milenario y cuna de civilización, la raiz (indígena) ha sido despreciada y marginada. Eso está cambiando, pero debe cambiar mas profundamente", expresó este descendiente de europeos que habla fluidamente inglés. Asimismo, prometió "igualdad de oportunidades para ambos géneros" y "respeto irrestricto a la dignidad de la mujer y sus derechos". Kuczynski, además, se comprometió a ser un "presidente comprometido" en la lucha contra la corrupción. "No permitiré (a los funcionarios) caer en la indignidad. No tendré contemplaciones. Quien caiga responderá ante la Justicia", prometió.
En cuanto al apremiante problema de inseguridad, prometió que en 2021, al finalizar su mandato, "viviremos en un país seguro, donde una familia pueda salir a estudiar, a trabajar, sin encontrar al regreso la casa desmantelada". "Les aseguro que no quedará crimen impune y los culpables serán entregados al sistema de justicia renovado", aseguró.
El presidente, cuyo triunfo electoral sobre Keiko Fujimori en el ballottage fue por apenas 0,25 por ciento, hizo llamados a trabajar de manera conjunta. "El país no tiene tiempo para discusiones ideológicas, porque cinco años es un plazo corto para una tarea titánica que debe comprometer a todos", resaltó.
"No lo puedo hacer solo. Necesito tu ayuda (de los peruanos) y la de este Congreso emblemático de la democracia. No pido un compromiso con este gobierno, ni con este presidente, sino con la patria y con el sueño republicano que tuvieron los fundadores", afirmó.Kuczynski también aludió a la eliminación de trabas a la inversión extranjera y la búsqueda de consensos con las comunidades en los casos de explotación minera y sus secuelas ambientales, un problema creciente en el Perú.