Evo dijo que desbarató un golpe camuflado de demanda social
El presidente boliviano Evo Morales afirmó ayer que derrotó un golpe de Estado de la derecha que pretendía alejarlo del poder y que se camuflaba en una demanda social de los cooperativistas mineros. "Otra vez el gobierno ha derrotado un golpe de Estado. Tenemos informaciones preocupantes. Era algo preparado para tumbar al gobierno", afirmó Morales en conferencia de prensa en la ciudad central de Cochabamba.
28 de agosto 2016 · 00:00hs
El presidente boliviano Evo Morales afirmó ayer que derrotó un golpe de Estado de la derecha que pretendía alejarlo del poder y que se camuflaba en una demanda social de los cooperativistas mineros. "Otra vez el gobierno ha derrotado un golpe de Estado. Tenemos informaciones preocupantes. Era algo preparado para tumbar al gobierno", afirmó Morales en conferencia de prensa en la ciudad central de Cochabamba.
El viernes, el mandatario había denunciado que la tortura y asesinato del viceministro del Interior, Rodolfo Illanes, a manos de mineros que bloqueaban rutas, fue una conspiración contra su gobierno manipulando "una supuesta reivindicación" social. Señaló que el lugar donde se habían parapetado los mineros para enfrentar a la policía era un sitio estratégico, donde podían "resistir durante semanas". "Ahí estaba la derecha", que apoyaba la movilización minera. "Ellos están de acuerdo con los contratos de cooperativistas mineros con el sector privado. Revisemos los periódicos", argumentó el mandatario.
Sospechas. El gobernante indígena reiteró sus sospechas de que las cooperativas mineras fueron engañadas por algunos de sus dirigentes que pretenden convertirse en empresarios motivados por la ambición económica. En concordancia con Morales, el ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, afirmó en una entrevista con el canal de televisión Cadena A que los cooperativistas "cavaron trincheras para almacenar explosivos" y que el movimiento buscaba "tumbar al gobierno". Romero indicó que los mineros cooperativistas "enviaron mensajes para establecer un diálogo directo con el gobierno, cuando en realidad estaban reforzando todos los bloqueos para desestabilizar".
Mientras, el Ministerio Público presentó una imputación formal contra tres mineros, entre ellos el presidente de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin), por la presunta responsabilidad en el asesinato de Illanes. "Tras la valoración de las pruebas colectadas y las declaraciones de los distintos actores y testigos, la comisión de fiscales imputó a tres mineros por los delitos de asesinato, organización criminal; y atentados contra miembros de organismos de seguridad del Estado, en grado de autoría", señaló el fiscal Edwin Blanco en un comunicado de prensa.
Concesiones mineras. Los mineros cuestionan una norma que permite la creación de sindicatos dentro de las cooperativas, pero el gobierno argumenta que en realidad intentan obtener autorización para alquilar sus concesiones mineras a empresas privadas o extranjeras, lo que prohíbe expresamente la Constitución.
Los enfrentamientos de tres días entre mineros y policías, a punta de dinamitazos, dejaron también dos mineros muertos y unos 20 policías heridos.
Entretanto, los restos del viceministro asesinado recibían ayer homenaje en varias dependencias públicas, antes de que hoy sean sepultados, con honores. El fiscal general de Bolivia, Ramiro Guerrero, reveló los resultados de la autopsia realizada al cuerpo de Illanes. El asesinado funcionario presentaba distintas lesiones de gravedad y se cree que el golpe que acabó con su vida fue en la cabeza con un objeto. Según el fiscal, el viceministro de Régimen Interior fue torturado durante aproximadamente siete horas antes de ser asesinado por los mineros que lo secuestraron. La autoridad dijo a los medios que esa es una de las conclusiones de la autopsia realizada a su cadáver, que fue encontrado en la madrugada del viernes tirado en una carretera de la zona Panduro del altiplano, a unos 180 kilómetros de La Paz.