Una película brasileña que rinde homenaje a la operación judicial contra la corrupción política y empresaria Lava Jato fue presentada ayer en la ciudad sureña de Curitiba, epicentro de la investigación que desde hace tres años marca la agenda política de Brasil. La película tiene como protagonistas a actores que representan al juez de Curitiba Sergio Moro y al ex presidente Lula da Silva.
Una montaña de billetes falsos representando 4.000 millones de reales (1.200 millones de dólares) fue colocada en una jugada de marketing de la producción de la película "A Lei é para Todos" ("La ley es para todos") en el centro de Curitiba. La película, que se estrenará comercialmente el el 7 de septiembre, Día de la Independencia, está teñida de la disputa política inaugurada con la operación judicial, que descubrió una red de corrupción política a partir de sobornos pagados por empresas constructoras a funcionarios de la estatal Petrobras.
Para la avant premiere de ayer en Curitiba, lugar donde se filmó, fueron invitados el juez Moro, los comisarios y los fiscales que participan de la megainvestigación federal. Se mantenía en secreto quién es el financista del rodaje, que costó unos 5 millones de dólares. "Por ser un asunto que afecta todo el país, la Lava Jato tiene un condimento adicional, una oportunidad única para un thriller", dijo el director, Marcelo Antunez.
La producción adelantó que esta será la primera parte de una saga de al menos tres filmes vinculados al caso. Dada el enorme interés público por el Lava Jato, la producción de tres filmes no es nada disparatada.
En la primera entreta, el foco está entre el inicio de la investigación y el operativo policial que terminó en la declaración forzosa de Lula, el 4 de marzo de 2016, operativo que tal vez el inicio de la caída de la presidenta Dilma Rousseff y el ascenso del actual mandatario, Michel Temer. Los personajes de Lula y Moro son secundarios en la película; lo que realmente está contado es la historia de los comisarios de la Policía Federal que iniciaron la causa a partir de delitos menores que conectaban la corrupción a un lavadero rápido de autos (el famoso "Lava Jato"). De un caso más de corruptela nació la investigación judicial más influyente en la historia de Brasil y América latina.
La producción del filme defendió con la acción de marketing, los logros de la operación Lava Jato, como la recuperación de dinero en cuentas en el exterior que habían fugado tanto corruptos como corruptores. La prisión de decenas de grandes empresarios y ejecutivos, como el otrora omnipotente Marcelo Odebrecht, en prisión y condenado a 19 años, es otro de los logros que Moro y el Lava Jato sin dudas pueden ostentar ante la sociedad brasileña, hartada de la corrupción política y empresaria, siempre a costas de las arcas públicas.
Las mayores tramas de corrupción se dieron en los largos 12 años de poder de Lula Da Silva y su sucesora, Dilma Rousseff, ambos del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).
Este ha pasado de una actitud de respeto por las decisiones judiciales a un combate frontal contra el juez Moro y la Policía Federal. Lula ha sido ya condenado por Moro a 9 años y medio de prisión por corrupción pasiva, pero lo benefició con la eximición de prisión hasta tanto el fallo no sea firme. Actualmente está en apelación.
El clima político generado por el Lava Jato llevó a cientos de miles de personas a salir a las calles e hizo caer a la presidenta Roussef a niveles de aprobación inferiores al 10 por ciento. Esta debilidad política de la mandataria dio pie a su destitución por juicio político el año pasado, una vez que se rompió la histórica alianza entre el PT y el partido de Temer, el centrista PMDB. Ambos eran aliados desde la campaña de 2002 que llevó a Lula a la primera magistratura.
Lula, desde poco antes de la destitución de su "delfín" Rousseff, ha adoptado una línea de victimización y denuncia a 360º. Dice que la condena de Moro, basada en la denuncia de la fiscalía de Curitiba, es una jugada política para sacarlo de las elecciones de 2018. Si bien ya podría estar preso, como tantos otros condenados en primera instancia en el Lava Jato, si la cámara de apelaciones de Porto Alegre confirma la condena, no podrá competir electoralmente.
En este contexto, el PT acusa a Moro de haber intentado negociar una delación premiada del ex abogado de Odebrecht en España, el hispanobrasileño Rodrigo Tacla Durán, quien se encuentra en Madrid. Tacla Durán, considerado ex cerebro financiero mundial de Odebrecht, dijo al diario Folha de Sao Paulo que un amigo de Moro, Carlos Zucolotto, lo contactó para ofrecerle un acuerdo de "delación premiada". "Es lamentable que la palabra de un acusado fugado de la justicia brasileña sea utilizada para lanzar sospechas a la actuación de la justicia", replicó Moro. España negó la extradición de Tacla Durán porque es ciudadano español.
En medio de la campaña de lanzamiento de la película, Lula volvió a acusar a los fiscales del Lava Jato de haber contribuido nada menos que a la muerte de su esposa, Marisa Leticia Rocco, fallecida este año a consecuencia de un derrame cerebral. Una jugada riesgosa: puede tener efecto favorable entre sus fieles seguidores, pero provocar el repudio de un golpe bajo entre los votantes independientes.
Uno de los patrocinadores del filme es Tele Cine, canal de cable del grupo de medios Globo. Este grupo ha sido muy crítico de la corrupción del PT, pero también ha dado un golpe casi mortal al presidente Temer al publicar una grabación con un empresario de la carne que lo llevó a un paso de quedar imputado ante el Tribunal Supremo. El Congreso lo salvó de esa instancia, pero la difusión del audio destruyó su ya floja imagen pública.
Victoria en Amazonas
El centroizquierdista Partido Democrático Laborista (PDT, opositor) ganó la gobernación del estado norteño de Amazonas al imponerse al candidato del partido del presidente Michel Temer, en una elección marcada por la apatía del electorado. Amazonino Mendes, del PDT, quien ya ha sido tres veces gobernador del estado fronterizo, venció con 59,6 por ciento de los votos a 40,4 por ciento del senador Eduardo Braga, del gobernante PMDB. La elección es para un mandato complementario hasta diciembre de 2018 a raíz de que fue destituido por compra de votos el gobernador José Melo, del partido Pros, y su vice, elegidos en 2014.
el afiche. En el cartel aparecen los verdaderos Moro y Lula junto a los actores que los encarnan.