Ocho meses después de la repetición de elecciones, España dio un primer paso hacia el desbloqueo político: el próximo 30 de agosto, el presidente en funciones del gobierno, el conservador Mariano Rajoy, se presentará a la sesión de investidura después de haber obtenido ayer el apoyo de los liberales Ciudadanos. La fecha fue anunciada ayer por la presidenta del Congreso, Ana Pastor, quien contó que ya se la comunicó al rey Felipe VI y al propio Rajoy. Pasaron diez días desde que el líder del Partido Popular (PP) aceptara el encargo del rey de intentar formar gobierno, pero no fue hasta ayer cuando Rajoy se atrevió a confirmar que está "en disposición para acudir a la sesión de investidura", según dijo horas antes en una rueda de prensa.
Y lo hará pese a que el apoyo de los liberales, con 32 escaños, todavía no le es suficiente para gobernar. En las elecciones del pasado 26 de junio, las segundas celebradas en el país en el último año, el PP obtuvo 137 escaños, en un Parlamento de 350 diputados. "Hemos dado un paso que yo calificaría de decisivo para formar gobierno y para que no se repitan las elecciones", aseguró el líder del PP, quien necesita el apoyo o la abstención de otras fuerzas para poder ser investido presidente.
Difícil misión. Por eso, en los próximos días, Rajoy buscará al líder del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, quien ayer de nuevo reiteró que no apoyará al actual presidente en funciones del gobierno. "Le pediré a Sánchez su colaboración para que España pueda tener un gobierno y si no, que plantee la alternativa que él crea conveniente", apuntó Rajoy en una rueda de prensa posterior a haberse reunido con Albert Rivera, líder de Ciudadanos. Según Rajoy, si fracasa su investidura los españoles volverán por tercera vez a votar tal vez para Navidad.
Para obtener el apoyo de los liberales Rajoy se comprometió a firmar una serie de requisitos, relacionados con la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción. La firma del acuerdo tendrá lugar hoy y a partir de ese momento ambos partidos comenzarán las negociaciones.
Según matizó el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, lo que van a negociar es "un pacto de investidura, y no de gobierno". "La reunión fue fructífera. Hemos conseguido que España se desbloquee", dijo. La firma de este documento era requisito indispensable del partido liberal para dar su apoyo a Rajoy en la investidura a la presidencia y, aunque en un principio parecía que los populares no iban a firmarlo, finalmente Rajoy anunció que sí lo adoptarán.
Entre las medidas que contiene este documento están la separación inmediata de cualquier cargo público de todo imputado por corrupción; la eliminación de los aforamientos de los políticos; el fin de los indultos por corrupción y la transparencia para investigar la presunta corrupción del PP.
Vía progresista. Por otro lado, la izquierda protagonizó ayer un rifirrafe después de que el líder de Unidos Podemos (coalición formada por Podemos e Izquierda Unida), Pablo Iglesias, dijera que estaban negociando un gobierno alternativo de izquierdas. Tras dos semanas de silencio, Iglesias reapareció y declaró que su formación había estado en contacto con Sánchez durante estas semanas y que ambos estaban de acuerdo en dialogar si fracasa la investidura del conservador Mariano Rajoy. "Los dos estamos de acuerdo en que si el Partido Popular fracasa habrá que dialogar" y habrá que "explorar una vía progresista de un gobierno alternativo", dijo el líder izquierdista en un encuentro informal con la prensa.
Estos hechos fueron desmentidos unas horas después por el propio Sánchez, quien a través de un comunicado negó que haya abordado con otra formación política negociaciones para formar un gobierno alternativo ante el "hipotético fracaso" de Rajoy. Además, reiteró su posición sobre la investidura de votar en contra de Rajoy, por lo que la situación política de España continúa convulsa, pese al optimismo lanzado desde la presidencia.