La policía española detuvo en Madrid a dos marroquíes que estaban preparados para cometer atentados terroristas "con acciones suicidas o la confección de artefactos explosivos caseros". Los dos arrestados integraban una célula terrorista especializada en la "yihad electrónica", es decir, en difundir masivamente material audiovisual orientado a captar adeptos y convertirlos en "cibersoldados" del Estado Islámico. Por su "avanzado y peligroso proceso de radicalización que les llevaba a visionar de forma reiterada material apto para el autoadiestramiento", estaban preparados para cometer atentados siguiendo "el modus operandi utilizado en Reino Unido, Alemania, Bélgica y Francia". Uno de los detenidos consumía material "muy sensible", tutoriales para elaborar explosivos. Mantenía contacto con el otro arrestado, con quien compartía "su ideario radical y su actividad regular en la red". Desde junio de 2015, España detuvo a 164 presuntos terroristas islámicos.