Mientras prosigue la cuenta regresiva para la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se afianza en el sector militar para gobernar un país sumido en la violencia y la anarquía. La Fuerza Armada nacional consta de 165.000 efectivos, divididos en cuatro componentes: Ejército, Armada, Aviación y Guardia Nacional. Además, existe un robusto cuerpo de reservistas, de unos 25.000 funcionarios, y milicianos, que son civiles integrados a labores de inteligencia y de seguridad y orden público. Esta demostración de poder del gobierno hace pensar que es difícil que se produzca alguna división del componente militar. El propio Maduro reconoció el miércoles que si pierde el poder "jamás" se rendiría. "Lo que no se pudo con los votos lo haríamos con las armas; liberaríamos nuestra patria con las armas", anticipó. Si bien analistas del sector militar como Rocío San Miguel aseguran que no hay riesgo de que se produzca un golpe de Estado, reconocen que "puede haber fisura entre la oficialidad".