Joesley Batista, propietario de JBS, la empresa que desató el escándalo en Brasil que afecta al presidente Michel Temer, afirmó que la revelación pública de su acuerdo de cooperación con la Justicia del país sudamericano fue un "renacimiento".
Joesley Batista, propietario de JBS, la empresa que desató el escándalo en Brasil que afecta al presidente Michel Temer, afirmó que la revelación pública de su acuerdo de cooperación con la Justicia del país sudamericano fue un "renacimiento".
Las afirmaciones del titular de JBS, el mayor productor de carne del mundo, fueron hechas en un artículo de opinión publicado por el periódico Folha de Sao Paulo para, según expresó, "terminar con las mentiras y decir que es de carne y hueso". En el artículo, titulado "67 días y 67 noches", el tiempo transcurrido desde que se filtró públicamente su acuerdo de cooperación con la Justicia brasileña ("delación premiada"), Batista sostuvo que reaccionó con "miedo, preocupación y angustia" ante la noticia.
"Charlatán y bandido"
El propietario de JBS también se quejó de haber pasado de ser el mayor productor de proteína del mundo antes de que el escándalo se hiciera público a "notorio charlatán" y "bandido confeso", entre otras descalificaciones posteriores a que la prensa lo publicara. "Vendieron una imagen perfecta: empresario irresponsable y aprovechador incendia el país, roba millones y va a disfrutar la vida al exterior", puntualizó Batista, quien tras la denuncia pasó un tiempo con su familia en Estados Unidos.
Asimismo, Batista calificó como la "mayor de las mistificaciones" que por su compromiso de colaboración judicial la recuperación económica del país sudamericano haya sufrido contratiempos. Por otra parte, de acuerdo con el empresario, los políticos brasileños que antes se beneficiaban en sus campañas electorales de los recursos de J&F, el conglomerado empresarial propietario de JBS, pasaron a criticarlo con acusaciones que calificó como "mentiras".
En "modo de negación"
"Ellos (por los políticos) están en modo de negación. No los juzgo, sé lo que es eso. Antes de decidirme por la colaboración premiada, también hacía lo mismo. Pensaba que estaba convenciendo a los otros, pero en realidad me engañaba a mí mismo", expresó Batista, quien negó haber sido el responsable de que su "delación premiada" se haya hecho pública para beneficiarse en negocios de especulación financiera.
El empresario también negó que esté protegiendo al ex presidente Lula da Silva, condenado hace diez días a nueve años y medio de prisión por corrupción y lavado de dinero en el marco de la megacausa "Lava Jato", considerada como la mayor causa anticorrupción de la historia brasileña y probablemente del mundo entero. En el artículo también reclamó que "poco se menciona" la multa record de casi 3.200 millones de dólares que J&F acordó pagar con la fiscalía por prácticas corruptas el pasado 31 de mayo. "Esa obligación servirá para que nuestras próximas generaciones jamás se olviden de lo que no deben hacer. No tengo dudas de que este acuerdo pagará con sobras posibles daños a la sociedad brasileña", explicó.
El acuerdo de "delación premiada" de Batista causó un terremoto político en Brasil, cuando fue publicado en la prensa la grabación que el empresario hizo a escondidas de una conversación entre Temer y él, en la que el presidente parece avalar el pago de sobornos, y que Batista presentó como prueba en su acuerdo de cooperación judicial. En base a esa grabación, el mandatario brasileño fue denunciado en el marco de la "Lava Jato" por el Supremo Tribunal Federal, la máxima instancia jurídica del país, por corrupción pasiva.
En base a la grabación hecha por Batista, el presidente Temer fue denunciado ante el Tribunal Supremo