Desplome dramático. Los agentes de frontera aprehendieron en febrero a 18.762 personas "sin papeles", frente a 31.578 casos en enero.
Desplome dramático. Los agentes de frontera aprehendieron en febrero a 18.762 personas "sin papeles", frente a 31.578 casos en enero.
El número de inmigrantes indocumentados detenidos en Estados Unidos tras cruzar la frontera con México cayó un 40 por ciento entre enero y febrero. Es el primer mes completo del gobierno de Donald Trump con estadísticas migratorias. La administración del presidente republicano atribuyó el descenso a su política de mano dura contra la inmigración irregular. La Patrulla Fronteriza estadounidense detuvo en febrero a 18.762 personas que cruzaron ilegalmente desde México, según los datos difundidos por el Departamento de Seguridad Interior. La cifra es un 40 por ciento inferior (casi 13.000 casos) a la de enero de este año (31.578 arrestos) y un 51 por ciento menor que la de febrero de 2016 (38.316). Entre enero y diciembre, el número de detenciones cayó un 26 por ciento. Los datos quedan muy lejos de los del pasado octubre: un total de 66.714 arrestos.
Es difícil establecer las causas concretas del fenómeno y es prematuro sacar conclusiones dado que los cruces ilegales suelen subir entre marzo y mayo. Pero que el descenso sea tan acentuado en enero y febrero respecto a finales de 2016 sugiere que la llegada de Trump a la Casa Blanca, el 20 de enero, ha sido un factor clave. Trump prometió construir un muro enorme en la frontera con México y contratar al menos 5.000 nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza, aunque ese proceso de contratación probablemente tome al menos varios años y podría enfrentar algunos problemas logísticos, ahora que la agencia trata de hacer menos difíciles los exámenes de detección de mentiras para ciertos solicitantes.
El secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, dijo que las reducciones se debían a las órdenes ejecutivas sobre inmigración, que piden que se levante el muro, se contrate a miles de agentes de inmigración y se detenga a inmigrantes que viven en el país de manera ilegal. "Este patrón es alentador porque significa que menos gente está poniéndose a ellos y sus familias en riesgo de explotación, de ataques de traficantes de personas y de los peligros físicos de los viajes traicioneros hacia el norte", agregó Kelly.
Esta semana en Dallas, Kelly dijo que los contrabandistas aumentaron sus precios para pasar a los inmigrantes centroamericanos al lado estadounidense desde que Trump asumió la presidencia. Puntualizó que los precios subieron de unos 3.500 a 8.000 dólares por persona. Aunque no reveló los últimos totales de arrestos en la frontera, Kelly indicó que muchos inmigrantes que quieren cruzar la frontera ahora no pueden pagar el alto precio del cruce ilegal.
Trump ha usado un tono más estricto al hablar sobre cómo se deben de aplicar las leyes, aunque hasta ahora podría haber habido muy pocos cambios directos en la aplicación de leyes en la frontera. Kelly confirmó que su agencia estaba analizando separar a niños y padres que cruzan la frontera como parte de una estrategia más amplia para desalentar el cruce ilegal de familias, que libran peligros desde Centroamérica, pasando por México, camino a Estados Unidos. No se ha tomado una decisión final sobre el tema. Sin embargo, en febrero se detuvo a miles menos de niños y familias en la frontera, en comparación con enero. Decenas de miles de niños y familias huyeron de la violencia y la pobreza en Centroamérica en años recientes. A veces la ola de gente ha abrumado a las autoridades fronterizas.
En su primer mes en la Casa Blanca, Trump disparó el miedo entre los 11 millones de inmigrantes ilegales que se calcula hay en Estados Unidos. El Departamento de Seguridad Interior difundió hace dos semanas nuevas directrices que abren la puerta a deportaciones de casi todos los «sin papeles» y refuerza la capacidad de actuación de los agentes fronterizos.
Protestas en
Nueva York
Centenares de personas se manifestaron ayer en Nueva York en una protesta para apoyar a un activista que defiende los derechos de los inmigrantes, Ravi Ragbir, quien fue amenazado con ser deportado de EEUU. Los manifestantes acompañaron a Ragbir ante una oficina de migración para responder a una citación. Ragbir, originario de Trinidad y Tobago, casado con una estadounidense y con una hija nacida en este país, lleva viviendo en EEUU 25 años.