La caravana que lleva las cenizas de Fidel Castro retomó ayer su marcha, luego de pasar la noche en el mausoleo de Ernesto "Che" Guevara, en Santa Clara, la escala más simbólica del trayecto que terminará mañana en Santiago de Cuba. Luego de dos días de homenajes en La Habana, la urna de madera que contiene las cenizas del líder de la Revolución cubana comenzó el miércoles un recorrido de más de 1.000 kilómetros por 13 de las 15 provincias de Cuba, desandando el camino que lo llevó junto a sus barbudos hasta la entrada triunfal en La Habana el 1º de enero de 1959. En Santa Clara, las cenizas de Fidel Castro fueron llevadas al monumento donde reposan los restos del "Che" Guevara. Allí permanecieron durante la noche antes de recibir ayer otro multitudinario homenaje. Santa Clara fue el lugar en el que Fidel y el "Che", íconos de la rebelión, se vieron por última vez en 1966, antes de que el argentino fuera ejecutado en Bolivia un año después.
Antes del amanecer miles de colectivos y camiones fueron concentrándose a lo largo de la vía para trasladar a cientos de estudiantes, médicos y habitantes de las localidades aledañas que se apostaron a los lados de la carretera, con pequeñas banderas cubanas en sus manos, para esperar el paso del cortejo y darle el último adiós a Castro. "Nuestro comandante está vivo. El pueblo lo demuestra", dijo Flores Montelier, de 60 años, tras participar en un evento durante la medianoche en la plaza de Santa Clara al que asistieron miles de personas que despidieron al ex gobernante entre vítores y bailes.
"Vivieron como quisieron". "Van a estar al final juntos, como mucho tiempo atrás estuvieron en la guerrilla", afirmó emocionada Madeline Villegas, de 31 años. Cinco ex combatientes del ejército rebelde desempolvaron sus medallas para despedir al "comandante en jefe". Con el pecho henchido, oyeron sonar el himno cuando la caravana con los restos de Fidel se detuvo frente a la biblioteca José Martí, en el centro de la ciudad. Secundino Díaz, un comerciante jubilado de 87 años, apenas lo podía creer: el "Che" y Fidel otra vez juntos. "Es muy simbólico que sus restos hayan reposado aquí", comentó, y agregó: pocos como ellos dos "vivieron como quisieron".
Fidel Castro conoció a Ernesto "Che" Guevara en México en 1955 por intermedio del hoy presidente Raúl Castro. Treinta años después de su muerte en Bolivia en 1967, el "Che" fue enterrado con honores en una ceremonia en Santa Clara encabezada por Fidel Castro. La relación entre ambos fue tan estrecha que Castro llegó a admitir que soñaba con él años después de su muerte.
Cubierta por la bandera cubana, la urna de cedro con las cenizas de Fidel partió el miércoles desde La Habana sobre un armón adornado con flores blancas que arrastra un vehículo militar. El recorrido seguirá por las provincias de Ciego de Avila y Camagüey.
En su marcha hacia el oriente la caravana, que integran siete vehículos, pasó al mediodía por la ciudad central de Sancti Spíritus, a casi 400 kilómetros al este de La Habana, que recibió los restos de Castro con algunos de sus edificios engalanados con inmensas banderas cubanas en las fachadas. Entre los vehículos figuran cuatro jeeps rusos UAZ verdes que llegaron a Cuba en los años 80 para uso de las fuerzas militares. Miles de adultos, jóvenes y niños vestidos de uniforme escolar, que portaban en sus manos fotografías del fallecido líder y pequeñas banderas cubanas que blandían casi de forma sincronizada, se formaron ordenadamente a los lados de las estrechas calles y avenidas de Sancti Spíritus para saludar el cortejo mientras algunos gritaban vivas a Castro.
A lo largo de la Carretera Central que conecta el occidente con el oriente de la isla los preparativos para recibir al cortejo en Camagüey, a unos 500 kilómetros al este de La Habana, comenzaron desde muy temprano. Cuadrillas de obreros limpiaron los costados de la ruta, podaron los árboles, recogieron la basura y rellenaron baches. Otros pintaron las vallas contenedoras de los puentes de blanco y rojo.
Las cenizas de Castro serán depositadas finalmente el 4 de diciembre en el cementerio de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba, donde descansan los restos del también icónico José Martí, héroe de la independencia cubana.
¿Qué pasará ahora? La muerte de Fidel reaviva las preguntas sobre el futuro del socialismo en Cuba, y de las relaciones con Estados Unidos ahora que Donald Trump se instalará en la Casa Blanca. "El cubano no es político, no le importa la política, lo que queremos son cambios económicos. Ya mismo", dijo José Arnocha, un taxista de 37 años. El modelo de economía planificada hizo agua en Cuba con el colapso del bloque comunista, y hoy el presidente Raúl Castro lleva a cabo una cauta apertura al trabajo privado y la inversión extranjera, al tiempo que alienta una histórica aproximación con Washington.
Soltar las riendas. El hermano menor de Fidel asumió el poder en 2006 a raíz de una enfermedad intestinal que obligó al máximo dirigente de la Revolución a soltar las riendas del país. La gran pregunta es qué pasará a partir de 2018, cuando Raúl Castro, de 85 años deje el poder, tal como prometió. "De muchas maneras, la muerte de Fidel simbólicamente marca el fin de una era y el inicio de una era post-Castro, una vez que Raúl se retire también de la vida pública", comentó Jorge Duany, director del Cuban Research Institute. "Sin la sombra de su hermano mayor, Raúl puede sentirse más libre de poner en marcha" más reformas, agrega. Resta ver qué ocurre con Trump, quien amenazó con cancelar la aproximación a Cuba si no obtiene de la isla más apertura económica y compromiso con los derechos humanos.