Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay desconocieron la autoasignación de la presidencia pro témpore del Mercosur que hizo el gobierno venezolano de Nicolás Maduro. Argentina hizo saber oficialmente que considera que "ningún país" puede asumir "sin traspaso", el que no hizo Uruguay, país que estuvo a cargo de la presidencia rotativa del Mercosur en el primer semestre del año. Luego de un mes de arduas e infructuosas negociaciones, Uruguay tiró la toalla y anunció que no detentaba más ese cargo. Pero no designó a Caracas, como es de rigor. Acto seguido Maduro se autoarrogó el cargo, lo que desencadenó la reacción de Argentina, Brasil y Paraguay. La crisis institucional toma al Mercosur en un momento particularmente opaco del bloque, mientras debe enfrentar negociaciones con la Unión Europea y rivalizar con el dinamismo del bloque de la Alianza del Pacífico.