Representantes de la comunidad artística, políticos y ex alumnos expresaron su pesar por la muerte del músico y compositor Horacio Salgán y transmitieron sus condolencias a los familiares del director de orquesta, quien falleció ayer a los 100 años de edad en Buenos Aires.
La red social Twitter fue elegida para escribir mensajes y destacar la figura de Salgán, además de expresiones en medios de comunicación, donde destacaron la labor del músico.
Entre las principales reacciones se cuentan las de Sadaic (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), que afirmó: "A Fuego Lento, se fue durmiendo el sonido del piano. Hace poco había cumplido 100 años, el 15 de junio, y un tiempo antes nos seguía deleitando, asombrando, maravillando con ese teclado inigualable. Quienes tuvimos el privilegio de tratarlo, disfrutamos de su carácter afable, su sentido del humor y su permanente caballerosidad".
También se sumó Pablo Avelluto, ministro de Cultura de la Nación: "Adiós Horacio Salgán. Gracias por este siglo con nosotros"; el complejo Multiteatro recordó en su cuenta que "Desde el Lincoln Center de Nueva York hasta el Teatro Colón de Buenos Aires supieron del talento del pianista Horacio Salgán".
El Instituto Proteatro señaló: "Con admiración despedimos al maestro Horacio Salgán (1916-2016), figura insustituible del tango y orgullo argentino", y también se unieron el Teatro Colón, el Ministerio de Cultura de la Nación, Sadem (Sindicato de músicos) y José Manuel de la Sota que recordó: "Murió Salgán. El tango de vanguardia está de luto. Nos quedan su dúo con De Lío, el Quintero Real, «A fuego lento»". "Su dimensión como artista es universal, no tiene comparación", dijo a Télam el bandoneonista Raúl Garello, de 80 años.
Por su parte, Agustín Guerrero, uno de los pianistas más respetados del tango contemporáneo, indicó: "Fue el músico que más aportes técnicos le brindó al género tango como, por ejemplo, el compromiso asumido en pos de una escritura musical correcta; su profundización en la orquestación; los aportes rítmicos en el desarrollo del acompañamiento tanguero; la ampliación de la base rítmica de la orquesta típica sumando a esta formación la guitarra y el clarinete bajo; el desarrollo de un pianismo característico y admirado por los mejores del mundo".
Andrés Linetzky, de 41, pianista y uno de los pocos alumnos que aceptó Salgán, aseguró que expresa "el mayor estadío evolutivo" de la música de Buenos Aires. "Sólo escuchando su música uno puede sentirse influenciado e iluminado. Sin embargo tuve la suerte de ser uno de los privilegiados a los que admitió como alumno".
El rosarino Joel Tortul, otro de los pianistas jóvenes del tango y el folclore, sentenció que se trató de "el más grande pianista que ha dado nuestro país como intérprete de nuestra música popular. Su técnica sublime, buen gusto, manejo rítmico, fraseo sincopado y sonido pianístico le permitieron amalgamar la claridad de Mozart, el impresionismo de Debussy y la cadencia rítmica de la música afro en el barro de nuestro folclore ciudadano. Nada lo supera".
Salgán fue el centro este año, en homenaje al centenario de su nacimiento, de múltiples homenajes. El pianista argentino-israelí Daniel Barenboim y la Orquesta del East-Western Divan tocaron su música en el Teatro Colón. "Su música es dificilísima, pero quería que nuestra orquesta, de trazo universal, conociera ese sentimiento tanguero por uno de sus hombres más admirados", aseguró Barenboim.
El año pasado se estrenó "Salgán y Salgán", cuando el músico tenía 98 años, que marcó su última incursión en una película (foto). Se trata de un retrato íntimo de la relación entre Horacio Salgán y su hijo César, también pianista, quien toca la música de su padre. Hace poco se reencontraron, después de 18 años sin verse. Justo cuando Horacio está a punto de jubilarse y pasar su legado musical a su hijo, una enfermedad los obligó a vivir juntos.