El gabinete de Economía de la Intendencia respondió ayer durante más de tres horas las respuestas de los concejales en relación al proyecto del presupuesto 2017, que prevé un endeudamiento de 200 millones de dólares en bonos del Estado municipal. "La obra pública que haremos, si conseguimos el aval para tomar el crédito, le sumamos los fondos propios y provinciales y la capitalización del Banco Municipal, implicará la creación de unos 10 mil puestos de trabajo", afirmó el titular de la cartera de Hacienda, Santiago Asegurado. La interpelación de los ediles sembró más dudas que certezas entre las bancas, en relación a una deuda que terminará de pagarse dentro de 10 años.
El presupuesto 2017 presentado hace semanas por el Ejecutivo y girado al Palacio Vasallo para su aprobación contempla una partida global de 13 mil millones de pesos, un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 3,5 por ciento, una inflación del 17 por ciento y un dólar cercano a los 18 pesos.
La distribución del gasto mantendrá su tradicional hincapié en lo social, ejecutará 600 millones en saneamiento, 483 en pavimentación, además de 604 millones en intervenciones en asentamientos y barrios Fonavi, y 417 millones destinados a entornos más seguros.
Tras el repaso de los recursos propios, los funcionarios de la intendenta Mónica Fein se metieron de lleno en el proyecto de deuda para financiar, tanto la reestructuración de intereses de créditos ya contraídos como la ejecución de obra pública a través de un empréstito.
"Este es el momento para tomar deuda. Tenemos por un lado tasas muy bajas y plazos razonables en una ciudad como Rosario, única del interior que cuenta con una banca pública y mercado de valores", argumentó Asegurado.
El titular de Hacienda volvió sobre su estimación de 10 mil empleos a consecuencia de sumar los bonos públicos, el fondo de obras municipal y provincial y la capitalización del Banco local. "Diez mil puestos de trabajo representan el 1,9 por ciento de los ocupados del Gran Rosario y el 4,9 por ciento de los empleados registrados", indicó el funcionario y subrayó: "Cada peso que se invierte en la construcción, se multiplica 2,22 veces".
Ahora, si sólo se computan los fondos que derivan del crédito internacional para obra pública, la cifra ronda los 2.900 puestos de trabajo.
Como ya se informó, los 200 millones de dólares de crédito que solicitaría el municipio se afectarán: un 60 por ciento a obras (que se traducen en 1.800 millones de pesos) y bienes de capital (nuevas líneas de trolebuses, equipamiento sanitario, lumínico, cámaras de videovigilancia, pavimento, cloacas y centros comerciales a cielo abierto), otro 10 por ciento a capitalizar el Banco Municipal; 3 por ciento para modernización del Estado y un 27 por ciento para reestructurar el pasivo municipal.
Pasivo. El municipio tiene compromisos de pago por 800 millones de pesos. "Es un pasivo comercial de corto plazo que tenemos con proveedores y sistema financiero, con tasas elevadas, mientras que los valores internacionales son más bajos y plazos más largos", justificó Asegurado.
Un ítem que puso el gabinete económico sobre la mesa del Concejo es la opción a colocar una porción de la nueva deuda pública en el ámbito local. Incluso, en el proyecto de ordenanza está planteado que el organizador del crédito será el Banco Municipal, mientras que el Mercado Argentino de Valores funcionaría como coorganizador.
"Fue una reunión positiva, nadie cerró brutalmente las puertas. Creemos razonable que el ahorro de los rosarinos vaya a obras para Rosario en vez de ir a otras provincias, esto a su vez fortalece el sistema financiero local. Soy optimista, porque no debemos desaprovechar esta oportunidad que se le presenta a la ciudad", cerró Asegurado.