El cineasta italiano Paolo Sorrentino, que ganó un Oscar en 2014 por su film "La grande bellezza", revela en una entrevista en la que hace confesiones muy personales que le debe la vida al ex astro del fútbol Diego Maradona.
El cineasta italiano Paolo Sorrentino, que ganó un Oscar en 2014 por su film "La grande bellezza", revela en una entrevista en la que hace confesiones muy personales que le debe la vida al ex astro del fútbol Diego Maradona.
En una charla con el diario Corriere della Sera, Sorrentino, de 46 años, relata cómo perdió a sus padres cuando tenía 16 años. Murieron al inhalar monóxido de carbono en la casa de fin de semana que tenían y donde el matrimonio estaba solo porque por primera vez le habían permitido ir a ver un partido de su adorado Napoli.
"Maradona me salvó la vida. Durante años le pedí a mi padre poder seguir (al equipo de fútbol) Napoli de visitante, en vez de pasar el fin de semana en las montañas, pero siempre me decían que era demasiado pequeño. Aquella vez finalmente me dieron permiso para ir", revela el director.
Ser huérfano te deja "una sensación constante de haber sido abandonado", indica, y añade que el protagonista de muchos de sus films, el actor italiano Toni Servillo, le recuerda a su padre.
Sorrentino es originario de Nápoles, donde Maradona fue la estrella del equipo local en los años 80. El Diez ayudó a los napolitanos a ganar dos ligas, en 1987 y 1990, y sigue siendo un ídolo local.
"Nunca he visto a Maradona en persona: hablé con él unos segundos cuando me llamó en el avión que estaba despegando de Los Angeles tras los Oscar, mientras la azafata me pedía que apagara el teléfono", comentó.
La obra más reciente de Sorrentino es "The young Pope" (El joven Papa), una serie de televisión sobre un pontífice elegido con sólo 47 años encarnado por Jude Law.
Al respecto, en otra entrevista con el diario alemán Frankfurter Allgemeine, Sorrentino dice que no hubo ninguna cooperación con el Vaticano. "Pedimos ayuda, porque queríamos rodar algunas escenas en la sede, pero el Vaticano nos despachó sin más".
La Iglesia Católica sigue teniendo una relación tensa con el cine.