Sin ánimo de estimular el consumo de medicamentos, tranquilamente la tarde de ayer daba para que más de un fanático del hockey se tome un ansiolítico. Porque si algo no fue el sábado hockístico en la primera división de damas fue justamente tranquilo. Tuvo todos los condimentos y la definición del campeonato fue una montaña rusa de emociones para los involucrados en las peleas de arriba y de abajo. Pero más que nada en la que se definía al campeón: Plaza y Gimnasia A (GER). En épocas de celulares 4G y con la radio Spika ya instalada en el recuerdo, la conexión entre una cancha y otra fue una constante. Es que Plaza y GER no jugaban entre sí y como los dos llegaron a la última fecha con chances de campeonato si uno perdía puntos había festejo grande del otro lado. Era menester saber qué pasaba en la otra punta de la ciudad, más allá de la atención propia de cada partido. Pero los dos hicieron su parte. Plaza goleó a Fisherton (CAF) 5 a 0 como visitante con una actuación tan impecable como lógica, muy lúcida, mientras que GER sufrió un poco más pero al final se llevó la victoria de Barrio Cura por 1 a 0 sobre Provincial. Echadas las cartas sobre la mesa, ante igualdad de puntos en el año en el que la Asociación del Litoral eliminó los play offs, habrá final. Un mano a mano a todo o nada en el Mundialista Luciana Aymar el 5 de noviembre. De ahí saldrá el nuevo monarca del hockey local.
Pintaba para ser una tarde especial, con las antenas apuntando a la zona sur y a la zona oeste. Y parafraseando a Divididos, hubo agite en el oeste. Efectivamente. Plaza salió a la cancha a "comerse" a Fisherton, que tenía la cabeza puesta en no descender (y atender lo que pasaba en Bella Vista, en cancha de Newell's) y le tiró toda la jerarquía encima. Le puso el manual de juego sobre la mesa y le mostró cada una de las lecciones. Con mucho aplomo las chicas del CAF bancaron la parada. No tuvieron mucho que hacer ante un rival netamente superior en todo, pero bancaron la parada con mucha nobleza, atendiendo a cada mínima posibilidad. O soportando embates.
A los 13' ya ganaba Plaza gracias al desvío de Guadalupe Méjico al corto que ejecutó su hermana Pilar. Y ahí terminó todo. Obviamente había que seguir jugando pero nunca estuvo Fisherton cerca de llevar peligro al arco defendido por Ariela Tabia. Un ratito después, a los 27', Pilar Méjico volvió a hacer de las suyas (por ella pasó todo el partido, manejó todos los hilos del juego) y metió un golazo que fue de goce propio y ajeno. Porque, ¿quién no puede deleitarse ante estas jugadoras que a veces más que un palo parecen tener un guante? La capitana de Atlético del Rosario se metió por el lado derecho de la defensa y la colocó en cámara lenta por encima de la arquera, al palo más lejano. "La pincho", dirían en el fútbol. ¿Centro o gol? Qué importa. Exquisito.
Así se llegó al descanso en Fisherton, mientras en Provincial la cosa venía más retrasada. Los partidos empezaron más tarde y se desfasaron los cálculos. Por lo pronto, en el entretiempo había campeón. GER no podía convertir y por el contrario el Rojo lo tenía a maltraer. Plaza se perfilaba como campeón.
Otra vez en Fisherton. A los 57' gol de Bernardita Giosa tras otra elucubración de las hermanas Méjico en un corto. A los 66' y a los 68' factura por duplicado Dani Astegiano coronando excelentes jugadas colectivas. Plaza tranquilísimo, floreándose. Hasta el pitazo final.
Y la pregunta ineludible de parte de todo el público de Plaza y de sus jugadoras: ¿cómo va GER? GER iba ganando 1 a 0 con gol de Paula Díaz Romani, ya dominando pero ahí, con diferencia mínima, garantía de nada. Entonces, todo el plantel de Atlético quedó sentado de un lado de la cancha, pendiente de los teléfonos, implorándole energía positiva y a su favor a la tierra, rogando por un gol de Sofía Villarroya (el alma creativa de Provincial). En tono de broma, pero muy ansiosas, las chicas concluyeron esa vigilia de 10 minutos sentadas en el banco, alrededor del DT Pato Rambaudi, también con el teléfono abierto y en línea directa con la cancha de Provincial.
Yerró una chance clara el Rojo sobre el tiempo cumplido. Se paralizaron corazones mens sana, se abrieron grandes los ojos plazones. Pero al final fue triunfo y GER lo festejó con alma y vida. Plaza con una sonrisa. Ya había recibido el reconocimiento de su gente, un manto de aplausos. El campeón quedó en suspenso y se viene una definición mano a mano. "Listo, hay que ganarle la final a GER", tiró la capitana Pilar Méjico. "¿Y qué querés que te diga? Yo prefería toda la vida una final mano a mano en el Mundialista", adjuntó la arquera que ayer fue suplente Franca Braida, mientras metía los pads en el bolso.
El deseo de Franca será cumplido. El 5 de noviembre habrá final en el estadio Luciana Aymar. La finalísima entre los dos mejores del año. Entre los dos que sin dudas, sobre el final, no se quisieron soltar. Como los corazones empecinados.