Estados Unidos no detendrá por ahora al ex presidente peruano Alejandro Toledo pese a la orden de captura internacional en su contra, debido a que no está bien fundamentado el pedido de captura que le llegó desde Perú, el que deberá reformularse. También se dijo que el motivo de la negativa es que ex mandatario tiene residencia legal en EEUU, pero esto no parecía obstáculo para anular la orden internacional de captura emitida por Interpol el pasado viernes. A la vez, existía la versión de que Toledo había viajado desde Estados Unidos a Israel, pero altas autoridades de este país adelantaron que no permitirán su ingreso. Además, ayer no estaba entre los viajeros de un vuelo de San Francisco a Tel Aviv que se había señalado como el que lo llevaba junto a su esposa.
Los principales medios de Lima, como los diarios La República y El Comercio y la radio RPP coincidieron en que funcionarios de la diplomacia estadounidense indicaron que para detener a Toledo se requiere delconsentimiento de un juez federal, lo que demandará algunos días, y mientras tanto el ex mandatario podrá salir libremente del país. Al parecer, el Departamento de Justicia de EEUU objetó el exhorto enviado por la Justicia peruana, que debía reformular el documento para que se diera curso a la orden de arresto.
Según El Comercio, la noche del sábado se difundía el rumor de que Toledo estaba próximo a abordar un vuelo en San Francisco con destino a Tel Aviv. Más importante, aún: el diario constató que sobre el ex mandatario no pesa una orden de detención en territorio norteamericano. Esto es así pese a que las autoridades peruanas pidieron su arresto a Interpol.
El paradero de Toledo ha sido un misterio desde el mismo momento en que salió la orden judicial de arresto. Cuando el jueves casi a medianoche el juez Richard Concepción informó en una audiencia oral que ordenaba la prisión preventiva de Toledo, se dijo que estaba en París, adonde había viajado poco antes para la presentación de un libro. Su abogado defensor sostuvo al día siguiente que continuaba en París y que él le había indicado no presentarse, en espera del resultado de un recurso de apelación.
Según El Comercio y pese a que el ministro del Interior, Carlos Basombrío, anunció por Twitter que sí había una orden de captura válida en todo el mundo contra Toledo, lo cierto es que esta no se aprobó en Estados Unidos. La madrugada del sábado, el Ministerio de Relaciones Exteriores recibe del Ministerio Público la orden judicial para solicitar la captura de Toledo en Estados Unidos, donde tenía certeza de que se hallaba. En ese momento ya se sabía que Toledo se encontraba en San Francisco y que había una orden vigente de Interpol para localizarlo. Pero eso no era suficiente para arrestarlo: según El Comercio, "la Interpol solo ubica, no detiene", tarea que queda a cargo de las fuerzas policiales locales. Era necesario que la cancillería peruana remitiera la solicitud al consulado norteamericano en Perú para su "legalización", esta se transmitiera a la embajada del Perú en EEUU y luego al Departamento de Estado. Con el visto bueno de este y del Departamento de Justicia estadounidense, un juez norteamericano podía finalmente emitir la orden de captura a la policía. Un trámite larguísimo, pero según El Comercio, ese recorrido de comunicaciones se cumplió de manera extraoficial por vía electrónica durante el sábado, dada la necesidad de evitar que Toledo huyera. La detención era viable, aunque todo el proceso se hubiera realizado solo por correos electrónicos, si luego se subsanaba con el envío de los documentos originales.
Objeción al texto del juez
Pero en ese punto el Departamento de Estado norteamericano contestó que el pedido del juez peruano no estaba bien fundamentado, por lo que no lo transmitiría a la Justicia de California. El problema consistió en que, según el Departamento de Estado, no había indicios suficientes de la comisión del delitoy de que ese crimen sea también sancionado en EEUU. Fuentes de la cancillería peruana confirmaron este complejo escenario a El Comercio. Ahora, el juez peruano tendría que reformular su petición para que Perú pueda presentarla hoy, aunque ya sería de escasa utilidad.
¿A Tel Aviv?
Ayer se afirmaba en algunos medios de comunicación peruanos que Toledo y su esposa, la belga Eliane Karp, que tiene ciudadanía israelí, habían viajado a Tel Aviv. Toledo ha conservado amistades en Israel. De hecho, de ese país es su supuesto cómplice y testaferro en el caso Odebrecht.
Las fuentes gubernamentales, que previamente habían señalado con "un 90 por ciento" de certeza que Toledo estaba en San Francisco, confirmaron el obstáculo para detenerlo pero guardaban prudencia respecto al supuesto viaje a Tel Aviv. Según la radio RPP, sus fuentes comprobaron que había pasajes comprados a nombre del ex jefe de Estado en un vuelo a Tel Aviv de ayer.Y el ministro de Interior, Carlos Basombrío declaró a esa radio: "Nosotros manejamos de muy buena fuente que está tratando de fugar a Israel y hemos alertado a Israel. Hemos recibido incluso en qué vuelo se iba ir". Israel se adelantó a esta posiblidad y declaró que no permitirá el ingreso de Toledo en caso de presentarse, hasta tanto no "ponga en orden sus asuntos en Perú", según declaró el ministro israelí de Exteriores, Emanuel Najshon. Además, ayer, el diario Haaretz desmintió que Toledo y su esposa estuvieran entre el pasaje de un vuelo que llegó desde San Francisco.
Los cargos contra Toledo se basan en las declaraciones del ex representante de Odebrecht en Lima, Jorge Barata, que lo acusa de pedir el soborno de 20 millones de dólares para concederle la ruta Interoceánica cuando era presidente entre 2001 y 2006.
cobertura. La prensa peruana concentró toda su atención en el affaire Toledo.