El viernes 30 de junio se casaban Lionel Messi y Antonella Roccuzzo. Los medios locales y del país estaban concentrados en lo que llegaron a titular la Boda del Siglo. En otro plano, el auditorio del Instituto Sadop estaba colmado de docentes, invitados a lo que se llamó una Jornada de reflexión sobre "La ley de educación para Santa Fe. Perspectivas y reflexiones". La convocatoria además expresaba: "Los protagonistas de la educación tenemos la palabra". Una idea que defendieron los distintos panelistas reunidos: ser tenidos en cuenta en esta discusión. Es así como referentes de los sindicatos docentes, representantes estudiantiles y quienes llevan adelante la primera escuela de gestión social de la provincia decidieron darse su propio espacio de intercambio sobre la futura ley. En este encuentro coincidieron en consensos sustanciales: no hay apuro para aprobar una norma tan importante, sobre todo en un contexto nacional marcado por el permanente recorte de derechos, y todos los sectores deben ser escuchados y tener participación real en esta construcción. Los educadores del sector privado reivindicaron los concursos y escalafones como metas clave a conquistar.
El secretario general del Sadop Rosario, Martín Lucero, remarcó que la actividad tenía la pretensión de "dar voz a los que no han tenido voz todavía" en los debates sobre la futura norma. Y por eso se pensó en un espacio que no fuera el panel con la presencia de los cinco diputados con sus proyectos de ley tal como se reiterado hasta ahora: "Sino un panel con quienes quieren explicar qué es lo que piensan que hay que hacer".
Lucero rescató los acuerdos que surgieron en las diferentes exposiciones que se sucedieron esa mañana. "Nos damos cuenta que hay un mayor consenso que se genera desde abajo, que desde arriba", defendió. Además de preguntarse "si realmente hay un debate por la ley o es una coyuntura electoral donde se presentaron proyectos". "No hay que ponerse tiempo si se quiere sacar una ley buena, no se entiende cuál es el apuro en un contexto donde se están quitando derechos".
Desde Amsafé provincial, Javier Almirón, también puso el acento en llamar la atención sobre los apremios que aparecen para aprobar esta ley. "El riesgo que se corre es que salga el peor de los proyectos", manifestó también subrayando el contexto nacional nada favorable. Consideró que la norma en cuestión debe tener como piso la ley de educación nacional 26.206 y demás leyes educativas. "No puede ser sólo una declaración de principios", resaltó. Diferenció la participación dada en los paneles que se sucedieron esa mañana de los foros presenciales que organiza el Ministerio de Educación provincial, donde son invitados "sectores allegados, amigos o docentes que no se conoce cómo son convocados".
El presidente del Centro de Estudiantes del Profesorado del Normal 2, Angel Druetta, arrancó agradeciendo ser parte de ese espacio. "Una oportunidad que no nos da el Ministerio de Educación de Santa Fe", dijo. Compartió una de las preguntas que más se escuchó esa mañana: "¿Por qué dar esta discusión en el marco de las políticas neoliberales nacionales?". El joven se mostró a favor de defender "una educación solidaria, emancipadora, libre de toda opresión, inclusiva, diversa, latinoamericana".
En ese espacio, la profesora Gabriela Alacid llevó la voz de la Etica, la escuela secundaria para jóvenes y adultos que desde hace siete años sostiene Ciudad Futura en Nuevo Alberdi. La primera de gestión social en la provincia, que extrañamente es reconocida en su funcionamiento, en los títulos que acredita a sus graduados, pero negada en su nombre, en su identidad. Alacid pidió que la educación de gestión social sea incluida en la futura ley, igual como la considera la de educación nacional.
El primer panel tuvo como tema único la ley provincial y la educación privada. Estuvo integrado por el ex supervisor del Spep, Carlos Giner Perea; el referente de Funpei, José Romero, y Patricia Mounier, secretaria general de Sadop Santa Fe. Mounier invitó a romper los prejuicios que aún pesan sobre la educación privada, como los que aseguran que "los docentes ganan más" que los de la pública; "que todos los chicos de las particulares son Mauricio Macri" o que "todas las escuelas privadas son el Cardenal Newman" (colegio elitista de Buenos Aires).
Pero la dirigente se paró para reivindicar los escalafones y concursos pendientes en la educación privada. La observación de la dirigente tiene una base bien atendible si se recuerda que se trata de un reclamo llamativamente postergado por todas gestiones educativas de la provincia, incluyendo la actual. Convocó a hacer justicia en cómo se ingresa a una escuela privada a trabajar, cómo se titulariza, asciende y se sostiene ese trabajo. Compartió un ejemplo casi cotidiano en esta enseñanza, que se le presenta cada vez que alguna maestra o maestro se acerca al sindicato para plantear que lo quieren desplazar de algún cargo. "¿Vos sabés a quién quieren poner?", contó que es la pregunta que sin demora antepone a estas consultas. Una imagen que pintan por dónde pasa el objetivo: acomodar a dedazo a quienes les convienen al colegio o quieren favorecer.
Una situación de injusticia, que bien puede cambiarse con escalafones y concursos. Concursos que analizó deben priorizar, además de los antecedentes y la antigüedad, la pertenencia a la institución. "En un 80% de los casos, cuando el directivo viene de afuera llega para hacer el trabajo sucio", acotó. La dirigente describió con varios ejemplos corrientes cómo afectan a la carrera docente y desplazan derechos, la ausencia de escalafones y concursos. "Con el mayor de los respetos, pero no se puede elegir a un docente para titularizar en un cargo directivo porque todos los domingos va a misa", pidió. Los demás situaciones de injusticias que se repiten en el ámbito de esta enseñanza, se sucedieron en palabras de Mounier y de las asistentes al encuentro: "Que no sea separada", "Que no tenga una orientación sexual diferente a la «normal»", y si se trata de una maestra jardinera "cuanto más rubia y joven, mejor". "Ni hablar si quien quiere titularizar está afiliado al sindicato o es delegada", marcó la dirigente como un punto de conflicto que siempre señalan las patronales. Por el contrario, Mounier distinguió cómo la militancia logró desnaturalizar situaciones que avasallan derechos y hasta violentan lo cotidiano de las escuelas.
Marcela Isaías