"Era excepcional. Yo lo levantaba todos los días siete y cuarto, siete y media. No desayunaba en mi casa porque desayunaba en la escuela. Y por lo que me dijo el maestro era muy buen alumno, muy educado, muy respetuoso con las maestras, saludaba todas las mañanas... Yo lo único que quiero es justicia porque están culpando a una persona inocente, que hace ocho años atrás jugaba con sus amigos a la bolitas, nada más que cada uno agarró su rumbo ¿entiende? El mío se quedó jugando a las bolitas, hasta los 18 años siguió jugando a las bolitas, a las cartas, se peleaba con los hermanos por las figuritas. Era un chico muy bueno e inocente. Y me lo han quitado. Lo único que pido es justicia". Las palabras de Alberto, el padre de Cachi, se suceden una a una hasta que lo gana la emoción. Está con Daniela, su esposa y la mamá del chico asesinado en barrio Municipal, parado frente a Tribunales. Al lado Maxi y Tiago sostienen un cartel que reclama justicia por su hermano asesinado.