Bajo el pedido de justicia, y con la intención de mantener viva la memoria, hoy se cumple un nuevo aniversario del disparo fatal que provocó la muerte del maestro Carlos Fuentealba. A dos años del asesinato del docente neuquino se preparan actos para recordarlo, mientras persiste el reclamo para enjuiciar a los responsables políticos de la represión.
El 4 de abril de 2007, mientras un grupo de docentes nucleados en la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (Aten) realizaba una protesta en la ruta en reclamo de mejoras laborales y salariales, se desató una violenta represión. A dos metros de distancia, el policía Darío Poblete disparó una granada de gas lacrimógeno al auto en el que se retiraba Fuentealba. El cartucho impactó en el docente y tras una larga agonía, falleció un día después.
El policía Poblete fue condenado a prisión perpetua por el delito de homicidio calificado, aunque una nueva causa investiga actualmente las responsabilidades superiores de la represión.
"A dos años del fusilamiento público del maestro Carlos Fuentealba la lucha contra la impunidad se ha fortalecido, pero entendemos que es imprescindible renovar los esfuerzos en la búsqueda de que la justicia se haga efectiva. Pensamos que para continuar también es necesario dar cuenta y valorar los logros y avances obtenidos colectivamente", sostienen desde el gremio de los docentes neuquinos en referencia al juicio a Poblete. También incluyen entre esas "victorias parciales" la condena social al ex candidato presidencial Jorge Sobisch, a quien esperan llevar también a juicio por su responsabilidad política como gobernador en la represión de abril de 2007.
Memoria colectiva
En Neuquén, diversas organizaciones políticas, gremiales y sociales recordarán esta tarde al maestro con una concentración y posterior marcha que culminará frente a la Casa de Gobierno. "Sentimos el acompañamiento con las actividades que se realizan hoy en todo el país, desde festivales hasta inauguraciones de espacios públicos con su nombre, que hacen a construir una memoria colectiva tendiente a que nunca más un trabajador o sector social sea reprimido por peticionar", expresa Pablo Grisón, secretario adjunto de Aten.
Para el gremialista, si bien con la muerte de Fuentealba se pusieron sobre el tapete temas como el derecho a reclamar y la necesidad de que los ajustes económicos dejen de ser siempre sobre los trabajadores, "queda un largo camino por recorrer". "Como sociedad —opina— debemos mantener el acuerdo entre los que estamos a favor de la vida, en contra de la impunidad, porque no podemos permitir que sigamos teniendo muertos por reclamar derechos", concluye el dirigente neuquino.