Carina Zampini y Sebastián Estevanez son la quintaesencia de “Camino al amor”, la tira que arranca mañana, a las 22, por Telefe. La ficción de Quique Estevanez, que en el mismo canal también tiene a “Somos familia”, llega con el desafío de continuar el éxito de la recordada pareja de “Dulce amor”, pero también con la obligación que implica superar en el rating a la competencia directa de “ShowMatch”, en El Trece.
Escenario dialogó con los protagonistas en el marco de la presentación realizada días atrás en las instalaciones del Jardín Japonés porteño, a la que asistieron también las otras importantes figuras de la tira (ver aparte). “Para mí, el camino al amor tiene mucho que ver con uno mismo, descubrirse, respetarse y ser honesto”, dijo Zampini en un guiño al título de la ficción que en Rosario se verá por Canal 5. A su turno, y también en exclusiva, Estevanez indicó: “Soy un Blas Giunta de la actuación. Pongo mucho huevo y corazón”.
En “Camino al amor”, Carina Zampini será Malena, una mujer de clase media baja, chica de barrio que trabaja muchas horas, con un hijo de 11 años, un marido que la abandonó hace un año, y una madre con la que se relaciona intensamente. Vivió enamorada de un hombre con quien estuvo a punto de casarse, que luego se va del país, y reaparece después de 15 años. Se encuentran y descubren que el amor está intacto. “Ambos quisieron recomponer sus vidas, buscaron a otras personas para que ocupen esos lugares, pero la verdad es que nunca fue lo mismo”, definió la actriz.
—No es un desafío, y no vengo a superar nada. Soy una laburante, trabajo desde la honestidad de hacer siempre lo mejor que puedo. Tomo este proyecto como todos, con respeto y con amor para con mis compañeros y con el público. Eso es todo lo que yo tengo para brindar más allá de cuál sea el resultado de audiencia del programa. De todos modos, si bien tengo ofertas para hacer teatro o cine, cuando desarrollo un proyecto en televisión como en este caso, hago sólo eso. Así mantengo el equilibrio, puedo ser mamá, hija, amiga, y seguir cortando el pasto en mi casa.
—¿No creés que será inevitable comparar entre una novela y otra?
—Sí, entiendo que se quieran encontrar relaciones entre una novela y la otra, es parte de un juego. Con “Dulce amor” sucedió algo que nadie esperaba, pero aprendimos todos. En mi caso supe cómo es que toquen el timbre de mi casa para sacarse una foto, o que me pongan una guardia en la puerta y me sigan a todos lados cuando salía.
—¿Existe un “camino al amor” que pueda ser trazado de antemano?
—Para mí, el camino al amor tiene mucho que ver con uno mismo, descubrirse, respetarse y ser honesto. Y encontrar cierta paz a pesar de la vida de todos los días. Eso te hace sentir sano, amorosamente sano con todo lo que te rodea, en la calle, en el trabajo, hijos, familia y pareja.
—¿Repetir la pareja en la ficción puede generar aburrimiento?
—¿Aburrida de besar al mismo galán? Me pregunto si alguna chica se aburriría de besar a Sebastián Estevanez. Nooo, imposible. Además, tampoco es que nos estamos besando tanto.
—Otro gran suceso como “Avenida Brasil” compartirá pantalla con “Camino al amor”, ¿tiene alguna implicancia para tu trabajo?
—Puedo decir que tenemos que valorarlo, aprender de esas producciones increíbles y otra vez no siento que tengamos que superar nada. Más bien me gusta mirar y aprender de todos, sobre todo de quienes hacen las cosas muy bien.
El Giunta de la ficción. Sebastián Estevanez será Rocco, un hombre golpeado que vuelve al país y en un principio más que amor sentirá odio por Malena(Zampini), a quien responsabiliza por una decisión forzada de irse del país. Estevanez promete que “Camino al amor” hará llorar y reír, “porque combina culebrón con pasos de comedia”.
—¿Qué necesitás que esté garantizado de antemano para sentirte seguro y tranquilo al momento de entrar en un proyecto nuevo?
—Lo principal es que haya un grupo de trabajo, un equipo, buenas personas. Que tengamos unión y que la pasemos bien. Muy pocas veces me pasó de ir a trabajar con discusiones y no estuvo bueno. Soy agradecido a la vida por lo que me toca.
—En este caso el equipo ya prácticamente estaba formado, y probado, ya que muchos de tus compañeros venían de “Dulce amor”.
—Sí, unos cinco a o seis actores ya veníamos, pero hay como 25 nuevos, que no estuvieron en el proyecto anterior. Rescato el grupo humano y la vocación de dejar todo en cada escena, de la primera hasta la última, de pelearla siempre, de mantener el “hambre”, como se dice en el lenguaje futbolero.
—¿Como actor, con qué jugador de fútbol harías una analogía?
— Soy un Blas Giunta de la actuación (en alusión al ex jugador de Boca en la década del 80, que se caracterizó más por su garra que por su habilidad en la cancha). Pongo mucho huevo y corazón.
—Giunta no fue un jugador dotado, pero la hinchada lo quería mucho.
—Como actor, siento que la gente me quiere mucho.
—¿Cómo te tomó la llegada de este nuevo proyecto?
—Cuando me enteré que habían decidido repetir la misma pareja, pensé que me estaban cargando. Pero luego entendí que el que no estaba bien era yo. Desde el momento que leí los libros, la historia me gustó. Me dio interés para conocer más y seguir leyendo la historia para ver cómo seguía.
—Cuando el lunes esté al aire “Camino al amor”, ¿qué tipo de responsabilidad interior te recorrerá?
—Mi responsabilidad son las 250 familias que trabajamos para este proyecto, y no tanto el rating. Estamos representando a todo ese colectivo y eso es muy fuerte para mí.
—Compartís escena con actores consagrados de teatro como es el caso de Betiana Blum y Rodolfo Bebán, entre otros, ¿te motiva al aprendizaje y a la superación personal?
—Obvio, ese aprendizaje está todo el tiempo. Aprendo ahora, y calculo que no voy a terminar nunca de aprender.