"¿Quiénes son las de los bolsitos?"
La pregunta se escuchó en más de un paranaense cada vez que se cruzaban con las
distintas delegaciones de docentes, llevando a cuestas un bolsito de un llamativo color celeste con
materiales del congreso.
"¿Quiénes son las de los bolsitos?"
La pregunta se escuchó en más de un paranaense cada vez que se cruzaban con las
distintas delegaciones de docentes, llevando a cuestas un bolsito de un llamativo color celeste con
materiales del congreso.
"Sacá acá Stella!"
Las fotos estuvieron a la orden del día durante todo el encuentro. Ningún panelista se salvó
de ser retratado por las cámaras digitales. Pero el lugar elegido fue la histórica Escuela Normal,
que sirvió de fondo para que posen las maestras.
De Sarmiento a Los Palmeras.
Los organizadores ofrecieron en la primera noche del congreso un espectáculo artístico en las
escalinatas de la catedral. Primero fueron chacareras interpretadas por el coro de la Universidad,
y más tarde llegó la Banda de la Policía, con canciones de Nino Bravo, Los Iracundos, Camilo Sexto,
Gilda y el infaltable grupo Los Palmeras. Todas bailaron y batieron palmas sin parar.
Goteras inoportunas.
La lluvia ganó la última jornada del congreso. El salón principal del Normal no se salvó y
recordó lo que Adriana Puiggrós ya había anticipado en su panel: "La reparación de escuelas es
todavía una deuda".
Ritual que no se pierde.
El ingreso de la bandera, el himno y los aplausos forman parte de un ritual que la escuela
elige conservar. Y que —hay que decirlo— cada vez que se repite lograr arrancar alguna
lágrima de emoción. También pasó en Paraná.
Todo pago.
Los docentes que asistieron al congreso fueron elegidos, con distintos criterios, por sus
ministerios. La Nación corrió con todos los gastos, desde pasaje, comida y hasta el hotel.
Pantallas.
Por la cantidad de asistentes, el público se repartió entre el Normal y el Teatro 3 de
Febrero. Con pantallas gigantes se intentó suplir los problemas de capacidad, las docentes se
quejaron un poco porque no siempre funcionaron bien a la hora de escuchar y mirar.
La mejor vestida.
La senadora Blanca Osuna fue la mejor vestida entre los asistentes, también la que
se encargó en marcar el carácter federal de los festejos del Bicentenario, al compararlos con los
del centenario: "Los de 1910 tuvieron los límites de la General Paz", subrayó.