Las inundaciones que desde hace ya bastante tiempo se encuentran provocando tanto daño a gran parte de la República Argentina obedecen a dos causas: una humana, ya que cuando se atacan ecosistemas desconocidos se permite el crecimiento desmesurado de ciudades, no se rellenan frentes costeros, se desmontan brutalmente inmensas espesuras boscosas aunque sepan que cada árbol absorbe tres veces ás agua que un plantío de soja. La otra causa es natural, o sea las meteorológicas y geográficas haciendo que fortísimas precipitaciones inunden rápidamente los reservorios, canales y napas que se encuentran muy próximas a la superficie. Ergo, los errores humanos y una trasmutación climática mundial son las causas que originan estos desastres que estamos padeciendo. La doctora Matilde Rusticucci, del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Universidad de Buenos Aires, manifestó textualmente hace un tiempo ya, en el año 2013: "Los fenómenos vinieron para quedarse y hay que prepararse a enfrentarlos". El arquitecto y urbanista Roberto Livingston opinó que muchos constructores prefieren entubar molestos cursos de agua, pero resulta que a los ríos nos les gusta correr dentro de cañerías. También indicó que ese entubamiento subterráneo de arroyos retarda el escurrimiento del agua, agravado por el pavimento impermeabilizado, la falta de parques y el crecimiento indiscriminado de la construcción. Asimismo el ambientalista Osvaldo Guerrica Echavarría denunció que en Buenos Aires se construyen torres en barrios de casas bajas. No se encuentran permitidas no obstante se construyen de igual modo, provocando los desequilibrios antes y después de construidas. Otro ambientalista, Hernán Giardini, de Greenpeace, responsabiliza directamente a la deforestación, ya que perdemos una cobertura boscosa que facilitaría la natural absorción del agua. El ambientalista asimismo informó que junto a las repúblicas hermanas de Uruguay y de Brasil estamos entre los diez países con mayor deforestación en todo el mundo. Desde el 2007 a 2015 se desmontaron más de dos millones de hectáreas en nuestra Argentina, sí dos millones de hectáreas. Cabe destacar que toda esta información la obtuve de artículos que fueron publicados, desde 2013 a 2016 inclusive. Es de temer si las inundaciones "Vinieron para quedarse".
La ilegalidad y
la transgresión
La argentina es una sociedad anómica, reza el título de una nota realizada por el constitucionalista Antonio María Hernández. Es importante destacar alguno de sus párrafos para reflexionar acerca del camino a seguir en democracia y en estas condiciones, lo pondré en el mismo orden prioritario que se hizo la encuesta. La mayoría funciona al margen de la ley, somos en general desobedientes y transgresores, hacemos un culto de ello. Estamos dispuestos siempre a desobedecer la ley. Los violadores de las leyes, políticos, policías, y funcionarios, jueces, fiscales y abogados. Desconocimiento de la ley suprema nacional. Desconfianza en los partidos políticos, gremios ,congreso, Poder Judicial. Bueno también expresa en su nota otras consideraciones analíticas productos de la misma y demás. Nota del redactor: El quid de la cuestión infiero que también se debe a la gran concentración demográfica, propia del ordenamiento territorial en el Gran Buenos Aires, dónde se genera la mayor concentración de votos populistas, en virtud de observarse en la misma los problemas de pobreza, violencia y exclusión social. El problema es complejo, se necesitan años para arraigar la cultura de la legalidad, someternos a la Constitución Nacional que pocos o nadie la ha leído (la Biblia del ciudadano) así se podrá superar la anomia boba y antidemocrática, principal causa de nuestro subdesarrollo, tal como lo dijo el filósofo Carlos Nino.
Roberto Rubén Sánchez
DNI 8.634.022
A todos aquellos
que juran por Dios
Hay gente que jura por Dios con una liviandad exasperante y por cosas sumamente banales. Por ejemplo: juran que sintieron mucha bronca porque le hicieron seña con tiempo al colectivero, pero éste no paró porque no quiso; o que estuvieron ante al área grande cuando cayó el jugador y el árbitro no dio penal porque no se le antojó; o que al chanchito que comieron a fin de año lo pagaron muy caro, y estaba tan duro que había que tironearlo con las manos. Es insólito que en pleno siglo XXI, con tantos medios de comunicación al alcance, aún se ignore que no se debe tomar el nombre de Dios en vano. Hay gente a la que sí se le puede tolerar que lo haga, debido a la responsabilidad social que le compete, como ser los funcionarios de gobierno, jueces (que no sé si lo harán) y eclesiásticos, aún cuando dicho juramento para nada garantiza su buen comportamiento. Igual, a los partícipes de los juicios, ya como acusados o testigos, y otros casos que no vienen a mi memoria. Obvio, se supone que quienes juran necesariamente, se comprometen a conciencia poniendo a Dios como testigo. Lo incuestionable de jurar por lo divino para garantizar cualquier trivialidad, es que esas costumbres tienden a llevarnos más al tiempo jurásico que a la posteridad.
Daniel E. Chávez
DNI 12.161.930
Pisa o pizza, qué eligen nuestros estudiantes
No es ajeno a aquel bien informado y más aun si cuenta entre su familia estudiantes de primaria o secundaria que la educación de éstos está en franco declive desde hace varias décadas, y da la sensación que cada vez aprenden menos, tal vez sea por los programas de estudio, o por los educadores, o bien por los mismos estudiantes y su familia que no les exigen mayor dedicación al estudio. El gobierno saliente que tergiversó todas las estadísticas, y de la cual la educación no fue una excepción, también ahí se hizo trampas, adulterando y enviando menos información que la requerida para participar en las pruebas Pisa, en consecuencia las autoridades de la prueba excluyeron a la Argentina de poder participar y calificar, ahora bien cabe una pregunta, qué pierde nuestro país con esta medida, estimo que pierde mucho y que se aleja aún más de aquellos países donde la educación es una de las prioridades de sus pueblos.
Manuel Castilla
DNI 6.057.702
N. de la R. Los datos del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe Pisa (por sus siglas en inglés: Programme for International Student Assessment) se basan en análisis del rendimiento de estudiantes a partir de exámenes en decenas de países para determinar la valoración internacional de alumnos de 15 años. Participan países de Europa, Asia, América, Oceanía y Africa.
Y hace unos días, a los 91 años, se calló el cantor
Y sí, alguna vez tenía que suceder; su avanzada edad y los problemas de salud estaban anunciando el final terrenal de Eraclio Cataldín Rodríguez, más conocido como Horacio Guarany; oriundo del Chaco santafesino, ya que nació en Las Garzas, un pueblo de esa región que guarda memoria de La Forestal. El viernes 13 de enero, a los 91 años, falleció Guarany, cuyas canciones nacidas de una fecunda inspiración quedaron como un legado invalorable en el repertorio folclórico y melódico argentino. Compuso también en colaboración con otros autores, fundamentalmente con el poeta tucumano Juan Eduardo Piatelli. "Si se calla el cantor" es su canción insignia, pero no le van en zaga temas como "Amar amando", "Guitarra, vino y rosas", "La canción del adiós" y "La Villerita", entre numerosos éxitos inolvidables. Así como "ama el niño sus juguetes", Guarany amó los paisajes que conoció y algunos de ellos, quedaron retratados por sus palabras y su pentagrama. Ahora, en las peñas del más allá estará reunido con Buenaventura Luna, Hilario Cuadros, Atahualpa Yupanqui, Ariel Ramírez, Pedro Favini, Arancibia Laborda, Oscar Valles, Armando Tejada Gómez, Félix Luna, Carlos Vega Pereda, Jaime Dávalos, el "Chango" Rodríguez y Marcos López, entre otros grandes creadores, para deleitar a Dios con canciones memorables. En tanto, en su entrañable pueblo de Alto Verde, en la página celeste de ese cielo santafesino, quedará escrito para siempre: Alto verde querido, pueblito humilde del Litoral; versos que le dedicara a ese lugar donde pasó su niñez. Hasta siempre Don Horacio; su canto no se callará.
Edgardo Urraco
DNI 6.042.889
Peones rurales en semiesclavitud
Según da cuenta este diario en su edición del domingo 15 de enero fueron detectados en la localidad de Hughes, Santa Fe, 48 peones rurales en condiciones de trabajo semiesclavas. Carentes de acceso a una alimentación adecuada; con escasez de agua potable y espantosos refugios para el descanso. Este hecho aberrante no debe considerarse como excepcional o aislado. Varios dirigentes de corporaciones ruralistas son afectos a estas prácticas aberrantes. Cabe recordar que la contaminación con agrotóxicos afecta principalmente a estas personas que padecen el perverso flagelo de la trata y el traslado forzado como fuerza de trabajo mal paga. A pesar de lo dicho es frecuente ver sonriente en las fotos al sindicalista que dice defender a los peones rurales junto a los patrones agraristas. Argentina siglo XXI con practicas aberrantes del siglo XIX. Paradojas del granero del mundo.
Carlos A. Solero