Los cultivos transgénicos siguen sumando preferencias entre los productores de todo el mundo. El último informe del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (Isaaa, por sus siglas en inglés) reveló que más de 18 millones de agricultores, en 27 países, sembraron 175 millones de hectáreas de cultivos genéticamente modificados (OGM) en 2013, cinco millones más de hectáreas que el año anterior.
Estados Unidos continúa siendo el líder global en la adopción de cultivos (OGM) con 70,1 millones de hectáreas (el 40 por ciento del total), seguido por Brasil y Argentina. De los 27 países que sembraron cultivos transgénicos, 8 son industrializados y 19 son países en vías de desarrollo. Es el segundo año en el que los países en desarrollo cultivaron más hectáreas de cultivos transgénicos que los países industrializados.
Según el informe, más del 90 por ciento de los agricultores que cultivaron transgénicos son pequeños productores de bajos recursos. Además, cerca del 100 por ciento de los agricultores que prueban los cultivos transgénicos lo continúa haciendo año tras año, lo que demuestra su confianza en los productos de la biotecnología y en los beneficios que brindan.
Tolerancia a sequía. La tolerancia a la sequía es un desarrollo importante, dado el enorme impacto que tiene la sequía en la productividad de los cultivos, exacerbado, además, por el cambio climático. En la zona afectada por la sequía del cinturón maicero de Estados Unidos, aproximadamente 2.000 agricultores cultivaron cerca de 50.000 hectáreas del primer maíz transgénico tolerante a sequía. Además, Indonesia desarrolló y autorizó la siembra comercial de la primera caña de azúcar tolerante a sequía, con planes de comercializarla en 2014.
La tecnología del maíz transgénico tolerante a sequía fue donada por sus desarrolladores a Africa, a través del proyecto Wema (Water Efficient Maize for Africa), una iniciativa público-privada implementada por el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo (Cimmyt) y la Fundación Africana de Tecnología Agrícola (AATF) con sede en Kenia.
Las sequías son la limitación más importante de la productividad de maíz en Africa donde la supervivencia de 300 millones de personas depende de ella. La siembra de maíz OGM tolerante a sequía en Africa se proyecta para el año 2017.
TRANSGéNICOS EN CHINA. Con una población de 1.300 millones de habitantes, China es el país más poblado del mundo. Entre 1996 y 2012 el algodón transgénico generó beneficios económicos que sobrepasaron los 15 mil millones de dólares, 2.200 millones de ellos durante el año pasado. Además, disminuyó en un 50 por ciento ó más las aplicaciones de insecticidas, lo que constituye un beneficio para el agricultor y el ambiente.
Según Clive James, fundador y presidente de Isaaa, "China ya percibió los beneficios del algodón transgénico y ahora podría beneficiarse del maíz transgénico, especialmente para la producción animal. También podría beneficiarse de la incorporación de características para el arroz, que es un alimento básico en Asia".
Algunos observadores señalan que China podría estar cerca de la aprobación de un maíz OGM con fitasa, que recibió el aval técnico favorable en 2009, junto con dos eventos de arroz.
PAISES EN DESARROLLO. El crecimiento en los países en vías de desarrollo continúa. Los agricultores en América latina, Asia y Africa en conjunto, cultivaron el 54 por ciento de las hectáreas de cultivos transgénicos. "Durante el año pasado, el desarrollo fue encabezado por los países en desarrollo, principalmente Brasil", señaló Clive James.
El informe indica que los países en desarrollo continúan avanzando en la investigación, el desarrollo y la comercialización de biotecnología y han demostrado la voluntad política de aprobar nuevos cultivos y características. En 2013 se aprobaron: la berenjena resistente a insectos en Bangladesh; la caña de azúcar tolerante a sequía en Indonesia; el maíz transgénico en Panamá.
AMBIENTE. Según precisa el informe, entre 1996 y 2012 los cultivos transgénicos contribuyeron positivamente a la seguridad alimentaria, la sustentabilidad y el ambiente, a través de la disminución de los costos de producción, el aumento de la productividad de los cultivos, la disminución en la aplicación de fitosanitarios (497 millones de kilogramos (i.a.) menos), la reducción de emisiones de CO2 (27 mil millones de kg solamente en 2012, el equivalente a sacar de circulación 12 millones de autos por año), la conservación de la diversidad biológica (evitando que 123 millones de hectáreas sean usadas para la producción agrícola entre 1996 y 2012) y el alivio de la pobreza de 16,5 millones de pequeños agricultores y sus familias.
LOS NUMEROS. Estados Unidos continúa primero con 70,1 millones de hectáreas y un 90 por ciento de adopción. Luego le sigue Brasil, en segundo lugar por quinto año consecutivo, que aumentó la cantidad de hectáreas sembradas en un 10 por ciento con respecto a 2012, alcanzando las 40,3 millones de hectáreas. Argentina mantuvo su tercer lugar, con 24,4 millones de hectáreas, sembrando casi la totalidad de la superficie de maíz, algodón y soja con variedades transgénicos.
India, que desplazó a Canadá del cuarto lugar, tuvo un récord de 11 millones de hectáreas de algodón.