Una de las tareas habituales en un medio digital es la moderación de los comentarios de los
lectores. Si bien en algunas oportunidades uno se puede encontrar con opiniones interesantes o
conceptos divertidos, suele ser un trabajo tedioso y hasta muchas veces funciona como
castigo para el ocasional moderador. Más allá de los insultos gratuitos y los comentarios
banales, lo que más detesto es la gente que, en vez de "hablar", GRITA DESDE EL COMIENZO AL FINAL
DE SU OPINION.
Existen ciertas reglas en la web a las que muchos decidimos adherir. Esta especie de
supraconciencia colectiva que es la Web 2.0 dio forma a lo que se llamó la netiqueta (o
netiquette, para que quede más europeo). Dice Wikipedia que la palabrita viene del francésétiquette (buena educación) y del inglés
net (que significa red). También dice que es un "conjunto de reglas que regulan el
comportamiento de un usuario en un newsgroup, una lista de correo, un foro de discusiones o al usar
el correo electrónico. Por extensión se utiliza también para referirse al conjunto de normas de
comportamiento general en internet".
Pero vayamos al grano: de acuerdo con esta normas, EL QUE ESCRIBE ASI NO ESTA HABLANDO, ESTA
GRITANDO. Decenas y decenas de comentarios de los usuarios de
La Capital online aparecen completamente en mayúsculas, ignorando una convención
que fue tácitamente acordada y aceptada por cientos de miles de internautas.
Cuando nos cruzamos con un conocido en la calle no respondemos a un apretón de manos con un
cachetazo, así como tampoco escupimos debajo de la mesa la comida que no nos gusta ni insultamos a
una tía porque usa un vestido ridículo. ¿Por qué? Simplemente porque es una convención social, una
forma de lograr una convivencia civilizada con otros integrantes de la sociedad, un conjunto de
reglas no escritas que la mayoría nos esforzamos en cumplir.
Sin ir más lejos, una de la reglas de la netiqueta es seguir los mismos estándares de
comportamiento, tanto online como en la vida real.
Y, ya que estamos, otra de las normas llama a mostrar el lado bueno de uno mismo, al menos
mientras estemos conectados.
Esto viene a colación de que, en algunas ocasiones, moderar comentarios tiene su recompensa. Es
indudable que el arquero de Rosario Central debe sufrir una lesión en un gran momento futbolístico.
Incluso el "uno" del histórico rival, el
otro que calzó guantes en el último clásico, reconoce las virtudes de Jorge Broun. Y
parece que, más allá de sus condiciones, ser buen tipo tiene su premio. En estos días hubo
muchísimos comentarios de hinchas de Newell's que alientan al arquero canalla, le desean suerte en
su recuperación, destacan su mérito en el arco centralista tanto como su personalidad y su buen
corazón.
"Fuerza, pibe. Este leproso te desea una pronta y feliz recuperación", le dice un tal
Lepramallor. "Gran arquero y persona", destaca Huron, con la aclaración de que su corazón es
rojinegro. "Todo pasa, ánimo de parte de un leproso", agrega Golemico. "Los que queremos el juego
limpio deseamos una pronta recuperación de Broun", sentencia Bielsabe. "El folklore tiene un
límite, por eso, como leproso de alma que soy, te deseo lo mejor", afirma Estebanob. "Fuerza,
Fatura, recuperate pronto, estos muertos te necesitan muchísimo", apela a la ironía Yayarosi, para
cerrar con "un abrazo leproso", para que no parezca una chicana. Y no soy el único gratamente
sorprendido: Shodan asegura que es "la primera vez que leo comentarios honorables, provengan de los
de NOB o RC. Felicitaciones a los que los escriben".
Incluso el buen gesto del arquero rojinegro, Sebastián Peratta, fue premiado con el
agradecimiento escrito de varios hinchas canallas.
Eso es netiqueta.