Viable, equitativo, sostenible. Sobre esos tres pilares hoy se debate el rol de la agricultura en la Argentina y la encuesta sobre "Las necesidades del productor agropecuario argentino" que elaboró la Universidad Austral en conjunto con su par de Purdue (Estados Unidos) aporta valiosa información en ese sentido.
Edmundo Nolan, de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) consideró necesarias la vinculación de esas variables para hacer sostenible una producción, donde intervienen lo social, lo ambiental y lo económico.
"Cuando se cumplen dos cuestiones como lo económico y lo ecológico, se dice que algo es viable y considero que hoy los productores agropecuarios tenemos un negocio viable, aunque por ahora", indicó el especialista.
De todos modos advirtió que "si no se tienen buenas prácticas agricolas, si no se fertiliza y se sigue perdiendo la fertilidad de los suelos, esto traerá mayores costos y volverá al negocio inviable".
Nolan señaló que, en cambio, cuando se conjugan lo social y lo económico se dice que algo es equitativo. "Ese es un conflicto que los productores agropecuarios vamos a encarar", dijo y recordó que el sector aporta 65 mil millones de dólares a la economía pero no tiene la infraestructura necesaria. "Pensamos eso, que estamos dando mucho y no nos dan nada y al mismo tiempo nos acusan de que contaminamos, inundamos y nos llenamos de plata", precisó el especialista de Aapresid y señaló que "es es una discusión que no se está teniendo en cuenta por los productores y hay una falla en la comunicación con la comunidad".
Finalmente, Nolan indicó que cuando se unen lo económico, lo ecológico y lo social se habla de algo sostenible. En este punto, consideró que la encuesta aporta datos relevantes en ese sentido. "Dice que el productor es joven, educado y más emprendedor algo que se agudiza a medida que tiene mayor tamaño, pero no se detecta crecimiento en sentido vertical, sino que todos proyectan alquilar más, expandirse horizontalmente y esa frontera agropecuaria no sé si es tan expandible", dijo.
Este límite de la frontera agrícola "provoca que se empiece a competir por los mismos recursos, algo que genera un estrés sobre el precio de la tierra y los alquileres y eso hace peligrar la viabilidad de negocio porque se pagan arrendamientos caros a muy corto plazo", agregó el especialista. "A medida que la empresa es más grande, más se alquila y menos se rota", apuntó como un dato negativo.