Desde el martes 16 pasado la Escuela Secundaria Nº 551 de Rosario se llama "Sonia Beatriz González Avalos"", y pasa a ser la primera de la provincia en rendirle homenaje a una víctima de la dictadura, en este caso una joven obrera de apenas 18 años desaparecida. El nombre fue propuesto por un profesor de historia y fue el más votado por los estudiantes de esa escuela de barrio Tablada hace un año, quienes no dudaron en rendirle homenaje con "alegría y memoria" a una chica que seguramente tenía los mismos sueños que ellos.
La secundaria Nº 551 arrancó sus clases en marzo de 2009, fue creada a partir de los 8º y 9º años que funcionaban en la primaria Nº 6.430 de Ayolas y Grandoli. Al igual que otras, el año pasado se decidió ponerle un nombre. Surgieron varios, como el de León Gieco, María Elena Walsh y hasta el del propio barrio "Tablada", que al final acompañaron la terna elevada al Ministerio de Educación de Santa Fe, para su evaluación y aprobación.
El de Sonia fue acercado a los chicos por el profesor de historia Carlos Cárdenas, que es del barrio, enseña en la 551 y otras secundarias de Rosario, y como es de esperar conocía lo que le había pasado a esta joven obrera del Swift. "Un nombre nos identifica, nos da pertenencia, con nuestro colegio pasa igual. Que nuestra escuela lleve el nombre de una joven desaparecida es primero no olvidar, tenerla presente. Es vencer por una vez a la muerte. Esos que la hicieron desaparecer, que pensaron que nunca más nadie iba a recordarla, se equivocaron, es ganarles a ellos que siempre jugaron con el olvido", les había dicho el educador a sus alumnos cuando les contó quién era esta víctima del horror.
Compromiso. El compromiso con la verdad y la memoria fue quizás el valor que prevaleció para que los votos se inclinaran por el de la joven desparecida. El nombre de Sonia González ya no quedaría en el olvido.
Y algo más: tiene el orgullo de ser la primera de la provincia de Santa Fe en que con su denominación honre a una víctima de la dictadura. En Santa Fe hay aulas que llevan el nombre de desaparecidos como el Superior de Comercio (UNR), pero hasta el martes no había escuelas. Sí las hay en otras provincias, como en Buenos Aires, donde un instituto lleva el nombre de "Rodolfo Walsh" y una secundaria de La Plata el de "Claudia Falcone", víctima de la llamada Noche de los Lápices.
Pero para que esta no sea una historia escolar lavada, como aquellas con las que muchos adultos crecimos repitiendo, hay que saber que la imposición de este nombre debió esperar casi un año (desde que se presentó el expediente) y hasta sortear el rechazo de una funcionaria de primera línea del Ministerio de Educación de Santa Fe, que sólo alcanzó a entender que la propuesta "no encuadra con la normativa vigente" que le indicaba —entre otros considerandos— que Sonia González "no se trataba de una personalidad destacada" como las que acuerdan los distintos ítems de tal reglamentación.
En lugar de entusiasmarse con la iniciativa de los jóvenes, comprometerse, acompañarlos y pedir una medida de excepción (como también lo prevé la modificatoria 287/02 de la resolución Nº 852/91) la directora provincial de Educación Secundaria, Nora Reina, prefirió rechazar el pedido y solicitar que propongan una nueva terna. (Esto consta en notas difundidas por la edición digital de LaCapital, el lunes 15 y martes 16 pasados.
Disposición. La inesperada torpeza no tardó en conocerse públicamente, lo que causó el lógico malestar y repudio del gremio docente, legisladores y organismos de derechos humanos. La situación desperezó hasta al más bucólico de los funcionarios ministeriales, que se apuraron a darle un final feliz a lo que se preveía sería un escándalo. Así, el martes pasado (un día después de que se hiciera pública esa negativa) llegó la disposición Nº 072/12 que aprueba la imposición del nombre de "Sonia Beatriz González Avalos" a la Secundaria Nº 551.
Y una vez más los estudiantes se pusieron al frente de esta historia. Este año los integrantes de la banda de cumbia Alta Base, de la 551, le escribieron y dedicaron una canción a "Sonia, a su familia y a todos nosotros". En su letra se escucha: "Muchos caminos para andar, muchas caídas, muchos dolores, llevamos la tristeza en la piel y la herida en los corazones...".
¿Quién era Sonia? Sonia Beatriz González Avalos fue secuestrada por los militares de su domicilio de barrio Tablada, donde vivía con su familia, la madrugada del 14 de julio de 1976. Nunca más apareció. Su desaparición fue denunciada ante la Conadep y fue incluida en la conocida causa Díaz Bessone en los Tribunales Federales.
De acuerdo con la información que la escuela indagó sobre la vida de la joven, se puede saber que nació el 31 de julio de 1957, vivía en Centeno entre Necochea y Colón. Su secuestro se dio a las 2 de la madrugada, de donde se la llevaron arrastrada de los pelos. Eso ocurrió en presencia de sus padres y su hermano, que en ese entonces tenía 8 años.
"Era una joven de 18 años, que trabajaba en el Frigorífico Swift, que tenía sueños y un montón de vida. Era como vos, como yo", les contó el profesor Cárdenas a sus alumnos al presentarles lo que se conoce de ella.
Este año, la banda de cumbia Alta Base de la 551 le escribió una canción (se puede escuchar en la edición on line de LaCapital) y armó un video. Esta banda de cumbia estudiantil se originó a propuesta de la dirección del establecimiento educacional, a cargo de Mónica Evangelisti, y de un proyecto de Voluntariado Universitario "La música en el aula".