Entre anuncios y autocríticas, el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, presentó el miércoles pasado las políticas educativas de 2011. El énfasis está ahora en universalizar la sala de 4 años y las escuelas con jornada extendida, entre otras metas. La preocupación sigue siendo la calidad educativa.
Acompañado por todo su equipo técnico, y delegando las preguntas específicas en sus funcionarios, Sileoni repasó los ejes principales de su gestión con abundantes cifras. Lo hizo en una conferencia a la que asistieron periodistas de educación de todo el país.
"Todos saben cuánto influye en las trayectorias escolares el nivel inicial", dijo Sileoni a los periodistas presentes en la sala donde periódicamente se reúne el Consejo Federal. Al comentario le siguió la promesa de alcanzar 3 mil aulas nuevas de aquí a 2015 para atender a los chicos de 4 años.
Recordó que la cobertura de la sala de 5 años (obligatoria por ley) alcanza al "96 % de los chicos argentinos", y a "un 72 % a nivel nacional la sala de 4 años". Sin embargo hizo notar que en este último caso hay marcadas diferencias en las regiones del país. Sólo en Buenos Aires, Córdoba y Río Negro esta salita (4 años) es obligatoria.
"Por eso —enfatizó el ministro— se hará hincapié en los sectores más pobres" a la hora de habilitar estas nuevas aulas.
Más horas de clase
La ley de educación nacional contempla las extensión horaria, en su artículo 28: "Las escuelas primarias serán de jornada extendida o completa con la finalidad de asegurar el logro de los objetivos fijados para este nivel por la presente ley", además de introducir nuevos contenidos.
"La extensión (de la jornada escolar) no debe ser universal, sino focalizarse en los sectores más pobres", dijo Sileoni para orientar hacia dónde se piensan concretar "las 1.500 escuelas más con jornada escolar extendida en todo el país".
Más allá de lo que marque la ley, en las provincias esta es una materia pendiente donde avanzar. En Santa Fe funcionan 75 escuelas de jornadas completa, primarias, técnicas privadas y centros de educación agrícolas transferidos. Y las que funcionan con jornada extendida lo hacen a partir de un proyecto institucional propio, sobre todo atento a retener y sumar matrícula, y hasta donde se sabe solventado por el trabajo voluntario de los docentes.
Nuevas escuelas
Primero festejó que hacia el final de su gestión se contabilizarán unas 1.600 escuelas nuevas, en construcción y licitadas. Pero enseguida, Sileoni recordó que la infraestructura escolar sigue siendo "un déficit sobre el que hay que trabajar y mucho para que las escuelas estén en buenas condiciones". Al respecto, atribuyó al papel del Estado nacional un lugar clave, al reconocer que "el 90 % de los presupuestos provinciales destinados a educación se lo llevan los salarios".
El tema clave que se sigue llevando la mayor atención es la escuela secundaria. Para Sileoni el mayor desafío sigue estando en que todos los chicos estén en este nivel y la calidad educativa que reciban.
"No estamos conformes con lo que aprenden los alumnos en la República Argentina", reconoció e invitó a debatir el concepto de calidad, al decir que "no significa que los chicos sólo estén en las aulas y mejorar los aprendizajes", también hacen a la misma los 180 días de clases, mejores salarios docentes, libros y computadoras.
Aunque también se encargó de dejar en claro que "no estamos en el infierno que era la educación antes de 2003".
Antes había repasado las inversiones realizadas a través de los Planes de Mejora para el nivel medio y técnico, que implican horas de tutorías, entrega de libros y seguimiento de los aprendizajes, entre otras estrategias; más el alcance del Plan Conectar Igualdad (ver aparte) y las discusiones sobre los nuevos diseños curriculares (ver edición del jueves 21 de abril de La Capital "Santa Fe: aprobarán títulos técnicos").
El desafío
Al iniciar la conferencia, el ministro de la Nación había manifestado su satisfacción por el trabajo encarado desde 2003. "Logramos que la educación dejara de ser un tema sólo de educadores y pasara a estar en el centro de la escena política y social, varias leyes educativas que ya forman parte del patrimonio de los argentinos y alcanzamos el 6,4 % del PBI destinado a educación", subrayó. Y casi al final de su exposición, manifestó que el reto pasa ahora por ver "cómo impactan estas inversiones en las aulas".