Hace poco más de una semana chicos de distintas edades y escuelas colmaron la sala Lavardén (Mendoza y Sarmiento). La cita era para un recital didáctico, de cumbia. No pasó mucho tiempo desde que comenzó a tocar el grupo invitado para que los asientos empezaran a moverse. Y no mucho más para que los chicos los abandonaran y bailaran al ritmo tropical. "Colombia Pata E' Cumbia" así se llama el grupo de música popular que ganó la atención de la sala, por más de hora y media.
El llamado a participar de esta actividad la había cursado el Servicio de Educación Especial de Integración para el Nivel Secundario, en el marco de lo programado dentro del festival "Sonamos Latinoamérica para los chicos". Y las escuelas no tardaron en anotarse. Allí estuvieron el viernes 18 alumnos de la primaria y estudiantes del secundario.
Músicos y ritmos. "Colombia Pata E' Cumbia" está compuesto por músicos con y sin discapacidad, que realizan talleres didácticos que introducen en los ritmos musicales de las costas colombianas: los ensambles instrumentales, la herencia africana, la herencia de los pueblos originarios, el canto responsorial, la música popular, la música folclórica y la proyección de los ritmos costeños colombianos en América.
Entre tema y tema, los músicos se las ingeniaron para contar a los chicos los orígenes de los instrumentos que utilizan, cómo se fabrican y para qué ritmo eran más adecuados cada uno. Pasaron por esos relatos los sonidos de los tambores, de pitos y llamadores. Contaron que son construidos con lo que la naturaleza ofrece y enriquecidos con detalles artísticos de cada región.
En todos los casos, las generosas explicaciones llegaban acompañadas de detalles históricos, culturales y de amor a la región que habitan. Les contaron que las letras de las canciones están alimentadas de relatos de cada lugar, de historias de amor y de leyendas. El hincapié lo pusieron en definir a la cumbia como "la música de la alegría". "El corazón de la cumbia es la alegría", remarcaron para todos varias veces.
Lo mejor del folclore. El grupo musical compartió un repertorio que definieron "de lo mejor del folclore colombiano", como la cumbia, el porro y el currulao. Pero además invitó a los chicos a vivenciar la posibilidad de la inclusión. Está dirigido musicalmente por profesionales de la música e integrado por jóvenes y adultos con distintas discapacidades física, sensorial y mental, incluyendo algunos con discapacidad cognitiva y síndrome de down, además de personas sin discapacidad.
Y además se dieron un lugar, ya al final del encuentro, para contar cómo trabajan también desde lo pedagógico .
El saldo del recital es que los chicos que llegaron a la Lavardén valoraron las capacidades artística del grupo y de cada uno de sus músicos. Tanto fue así, que además de bailar de pie, junto al escenario, muchos no dudaron en subirse a escena, moverse, bailar pidiendo varias veces un "bis". El recital didáctico fue en realidad una clase de inclusión. Y todos la aplaudieron de pie.