La llegada de Fernanda la vivimos como una riqueza", dice sin que medie más que
un mínimo comentario sobre la nota, la Hermana Miriam, directora del Colegio Nuestra Señora de
Guadalupe. Y así se vive y se respira en cada diálogo con las compañeras y profesores de esta joven
con síndrome de Down que en diciembre próximo recibirá su diploma de terminación de la escuela
media. Por elección de su curso es la abanderada Papal.
La primera charla se da en el salón de clases con el grupo de 5º año. El
ambiente es cálido, hay libertad y mucha confianza depositada en los estudiantes. Un termo y un
mate sobre uno de los bancos es todo un símbolo de esta afirmación.
La primera en hablar es Victoria, que comparte su educación con "Ferchu"
—como le dicen— desde la primaria. "Aprendimos con ella que con ganas se puede llegar.
La sentimos una compañera más, porque logramos una integración completa". Stella apunta que "es una
amiga solidaria, algo que se ve en la convivencia". Magalí define la experiencia de integración
como una oportunidad donde se pusieron en juego valores como la tolerancia. Paula ofrece toda una
definición que ayuda a entender por qué la inclusión educativa sigue siendo aún desafío: "Está muy
bien lo que hace nuestra escuela, porque no todos integran, muchas discriminan". Y continúa: "No
alcanza sólo con una maestra integradora, sino que la sociedad acompañe".
La charla se extiende sobre las vivencias compartidas. Destacan que Fernanda
baila muy bien y se luce en los actos, que juega bárbaro al vóley y es una asidua usuaria del
Facebook.
Para mostrar que todos trabajaron en la inclusión de Fernanda, profesores,
directivos, preceptora y bibliotecaria quieren dar su opinión. Coinciden en que no estaban
preparados para asumir la inclusión educativa ("el profesorado no nos formó"), que fue un
aprendizaje sobre la marcha y compartido, pero del que todos "se enriquecieron como personas y
profesionales". Hablan aquí el profesor de historia Gonzalo Almada; la bibliotecaria y coordinadora
pastoral Analía Perna; la preceptora Dora Santos; y las profesoras Susana García (ciencias
naturales), Anabela Gorza (educación física), María Cristina Bussano (inglés) y la directora de
estudios del secundario, Silvia Aguilar.
La otra directora del secundario, la Hermana Miriam, dice que si hay una clave
para trabajar en integración es entender que "cada chico es diferente", y aceptar que "todos
tenemos una discapacidad, física, intelectual o emotiva".
"Pasamos de una escuela donde pensábamos que todos eran iguales a la hora de aprender, a enseñar
en la diversidad, con fortalezas y debilidades", dice y agrega sobre el cambio vivido en la
institución: "Al principio nos pasábamos debatiendo sobre diversidad e inclusión, ahora ya está
incorporado ese objetivo, es algo más y sólo discutimos cómo nos ponemos de acuerdo para
enseñar".