¿Cuándo termina esta película?
El juicio por las 194 víctimas de Cromañón. Una mujer rosarina que muere de frío al buscar ayuda
para su marido a 4.400 metros de altura en un paseo de La Rioja que las autoridades de la
propia provincia reconocen que no debió estar abierto en esta época del año. Un nuevo accidente
fatal de un obrero de la construcción en Rosario...
24 de agosto 2008 · 20:59hs
El juicio por las 194 víctimas de Cromañón. Una mujer rosarina que muere de frío
al buscar ayuda para su marido a 4.400 metros de altura en un paseo de La Rioja que las
autoridades de la propia provincia reconocen que no debió estar abierto en esta época del año. Un
nuevo accidente fatal de un obrero de la construcción en Rosario; el joven cae del séptimo piso de
un edificio en obras que ya había sido sancionado durante una inspección. Una perra que cobija en
su cucha a una bebita recién nacida y abandonada. Una inmensa gorila que no se despega de su
cachorro muerto desde hace días en un zoológico alemán.
Acá y allá: noticias de esta semana que conmueven, generan dolor o ternura, pero
también bronca y mucha impotencia. Junto a todas ellas la tragedia del breve y espantoso vuelo 5022
de Spanair en el aeropuerto de Barajas. Ya son 154 las víctimas fatales y con varios heridos graves
aún internados nadie puede asegurar que la lista no continúe.
El bombero Francisco Martínez, luego de participar de las tareas de rescate,
contó que descubrió a un niño pequeño deambulando desorientado. Dice que el chiquito se llama
Roberto y que preguntó: "¿Dónde está mi papá? ¿Cuándo termina esta película?".
Una tragedia en poquísimas palabras.
Leí alguna vez que hay que ser niño o muy sabio para expresar el dolor, la
belleza y la ternura con simpleza. Creo que es así. La pregunta del nenito me recordó al famoso
cuento "más corto del mundo", el del guatemalteco Agusto Monterroso quien, exquisito y burlón,
alguna vez escribió: "Y cuando despertó, el dinosaurio todavía seguía allí".
Sin tantos adjetivos y detalles, Roberto y Monterroso conmueven. A veces sobran
las palabras, aunque cientos de familias, acá y allá, sigan esperando que alguien les explique
cuándo termina la película.