La administración Fein cierra una semana convulsionada. La tumultuosa sesión del Concejo el jueves pasado dejó al desnudo algunas falencias que las espadas de la Intendencia en el Palacio Vasallo deberán analizar. De hecho, ya lo hicieron. Hubo reproches y varias caras de fastidio de funcionarios con llegada directa a la intendenta.
La intención del arco opositor de citar a la directora de Concesiones, Hilda Gontín, para que explicara algunos atrasos en los pagos de cánones y presuntas irregularidades generó un áspero debate que el bloque socialista manejó mal. Manuel Sciutto, el principal operador con que cuenta Fein en el Vasallo, libró una lucha desigual contra un numeroso arco opositor que, en un año electoral, está más virulento que de costumbre. La sesión se suspendió porque los ediles no socialistas se retiraron. Y su furia estalló en las redes sociales.
Un día después, Fein ordenó que Gontín fuera al Concejo y admitió, sin decirlo, el error político de sus concejales. Este traspié muestra que el socialismo deberá mezclar y dar de nuevo. Si en la primera sesión del año arrancó así, a medida que se acerquen las elecciones sus operadores deberán afinar la estrategia si no quieren seguir sufriendo reveses.
Por ahora, los aliados incondicionales parecen ser un sector del hiperfragmentado radicalismo, los ediles del PDP y del ARI-CC. En esa unión se cimenta el escaso poder del PS en el Concejo. ¿Será el PRO quien le tire un salvavidas en los próximos días?
Mientras tanto, Fein fijó en el tránsito el tema prioritario de este segundo año de gestión. Abrió el debate sobre restricciones al uso del auto particular en el área más neurálgica de la ciudad, sigue fomentando la instalación de bicisendas y abre el juego de cara al nuevo sistema de transporte que se viene.
Precisamente en el transporte radica el talón de Aquiles de todas las administraciones socialistas. Un aspecto que no han podido solucionar en más de 20 años de gobierno municipal. Si se quiere desalentar el uso del auto particular en el centro, entonces será vital que el sistema funcione. El rosarino debe tener una buena opción alternativa para llegar al centro.
La semana también tuvo otros amargos vaivenes para la Municipalidad. Tres familias debieron recibir custodia en barrio La Cerámica tras ser amenazadas por sectores narco que coparon el barrio. Se repitió así lo que había pasado un mes antes en Nuevo Alberdi, ¿qué barrio seguirá ahora?
Ayer, en el Foro de Seguridad Democrática que congregó a todo el socialismo en Rosario, no fueron pocas las voces que se alzaron para denunciar una suerte de complot contra la ciudad en el tema seguridad. Pero más allá de las teorías conspirativas, los hechos fácticos demuestran que tanto en Nuevo Alberdi como en La Cerámica el mundo del narcotráfico siembra miedo. La problemática estará teñida de las miserias políticas que se acrecientan en tiempos electorales, pero es real y palpable. No es una sensación.
Hubo una buena. Rosario no estuvo exenta del estupor que causó la elección de Jorge Mario Bergoglio como Papa. El padre Ignacio dijo que le devolvió la alegría de ser sacerdote, un nutrido grupo de jóvenes festejó en la puerta de la catedral, se agotaron las estampitas de san Francisco y conseguir un pasaje a Roma ya es una odisea.
No es para menos, por más que haya críticos crónicos que ni siquiera se permiten tomar conciencia de la dimensión histórica de la noticia. Y bueno... nadie es profeta en su tierra.