Días atrás, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dio marcha atrás (“hasta 2017”, según el subsecretario de Deportes porteño, Francisco Irrazábal) con el proyecto de un estadio de rugby en el parque Sarmiento. La resistencia de vecinos, atletas y familiares de alumnos de los colegios de la zona lo impidieron. La idea era levantar un estadio y concesionarlo por 5 años a la Unión Argentina de Rugby, para que allí se juegue el Súper Rugby, competencia organizada por la Sanzar, con franquicias del hemisferio sur, y de Argentina desde 2016. Esto implicaba hacer desaparecer la pista de atletismo, que lleva el nombre de Miguel Sánchez, atleta desaparecido en la última dictadura cívico militar.