La oposición insistió ayer con la iniciativa de sancionar con descuentos en las dietas a quienes
falten a las sesiones en la Cámara de Senadores, aunque el oficialismo presentará un recurso para
anular la medida, al aprovechar que el oficialista José Pampuro presidirá ese cuerpo.
La semana última, el vicepresidente Julio Cobos, titular del cuerpo,
ordenó descontar el 20 por ciento de la dieta de los senadores que la semana que viene persistan en
su negativa de dar quórum, e incluso publicaría una nómina de los representantes que se ausenten de
sus bancas.
Sin embargo, como luego asumió la titularidad del Ejecutivo por el viaje
de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a los Estados Unidos, que culminará mañana, el
oficialismo en el Senado planea hoy presentar un recurso para anular la medida, ya que son sus
representantes los que vienen rehuyendo el debate.
Enfático, el senador Luis Juez acusó al gobierno de extorsionar a los
legisladores para que no den quórum en las sesiones contrarias al oficialismo en el Congreso y
pidió “que no se convierta en un Estado terrorista”.
Juez dijo que el diputado y ex presidente Néstor Kirchner “tiene
clara necesidad de que el Parlamento no funcione, clara intencionalidad” y consideró
“un papelón” que los senadores lleven “meses con reclamos para llegar a una
sesión”.
“Hay una clara definición de que el Parlamento no tiene que
funcionar, porque a Kirchner le resulta funcional una política en la que sólo funciona el
matrimonio presidencial”, cuestionó.
Incluso, pregonó que “tenemos que denunciar todos los que amamos
la democracia que no podemos admitir que el Estado se convierta en un Estado terrorista”.
Juez sostuvo que “nunca se vivió en los años de democracia que
llevamos una situación de semejante nivel de apriete, extorsión, de locura institucional”.
La diputada del peronismo disidente Graciela Camaño expresó su acuerdo
con la iniciativa, al recordar que “está en el reglamento” esa facultad.
Camaño reconoció haber utilizado la “estrategia” de no dar
quórum, para evitar que se sesione, cuando se trató en la década del 90 la privatización de la
petrolera YPF, y no estaba de acuerdo con esa iniciativa.
“Está en el reglamento eso, que el presidente del cuerpo no lo
cumpla no significa que no lo deba cumplir”, aseveró Camaño, sobre la posibilidad de
sancionar económicamente a los integrantes de la Cámara alta que no se presenten.
Consideró que “corresponde que estemos en nuestro lugar de
trabajo” en el marco de la polémica por el fracaso sucesivo de las sesiones, por la falta de
quórum.
En esa línea, la senadora Hilda Chiche González de Duhalde dijo sentía
vergüenza por la falta de debates en el Congreso.
“Me avergüenza como argentina y como senadora, pero es un callejón
sin salida, porque el Congreso puede funcionar si el arco opositor, tan heterogéneo y difícil de
consensuar, marca la agenda que nos hemos comprometido a tratar cuando estaban en
elecciones”, planteó.