Al tema, inmerso en la vida de los argentinos, acceden sofistas de diversos órdenes. Solamente el hombre tropieza dos veces con el mismo obstáculo, en este caso reiteradas veces. No se trata de un director técnico, se trata del conjunto de opiniones y críticas que acceden e influyen sobre el particular. No obran ajenos la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), organismos relacionados y medios de comunicación. Desde el año 1982 los seleccionados se forman con la primera plana de los medios, olvidando que al fútbol lo juega un equipo. Equipo quiere decir personas relacionadas, organizadas y en colaboración, incluso amalgamadas en estilos y procedimientos exitosos. ¿Qué director técnico se anima a desafiar tales imposiciones? Es preferible pecar con los renombrados aunque resulte un fracaso, que desafiar un programa de acción respaldado en lo básico, lo que comprobamos cada domingo en nuestras vivencias deportivas. El problema que afecta al fútbol argentino es ampliamente notorio, las bravatas de barras enquistadas y a veces protegidas, las influencias espurias en resultados deportivos que se van conociendo y los medios imbuidos con prioridad en figuras individuales. Al parecer nada cambia, por el contrario se arraiga. El momento del país exige prudencia, reconocimiento de límites, orden y ejemplaridad, cumpliendo el fin de los clubes para con la sociedad. Qué pasaría si la selección se forma sobre la base del mejor equipo en los torneos locales con su técnico, reforzado con dos o tres figuras que lo complementen. Sería un premio a la labor, esfuerzo y éxito consecuente. Al mismo tiempo ahorros importantes, deviniendo loable que la AFA los destine a subsidios sociales, colaborar en superar el "hambre de sed" que tienen muchos conciudadanos, asimismo salud y educación. Qué lejos estamos de superar la frivolidad, inclusive la estupidez que accede sin pedir permiso en círculos de distintos niveles. El fútbol argentino debe adaptarse a la situación socioeconómica del país, y con humildad programar y ejecutar bases sólidas que permitan superar el presente y diagramar un futuro ejemplar, imperativo al que todos obramos convocados.
Leonardo E.Gentile Capella
La decadencia
del radicalismo
La Unión Cívica Radical hace a la esencia de nuestra historia política e institucional a partir de su creación en 1890. A partir de entonces fue, hasta su ascenso al poder en 1916, el símbolo de la intransigencia frente a un orden conservador elitista y corrupto. Durante la Década Infame sufrió la proscripción y durante la hegemonía peronista de las décadas del cuarenta y cincuenta fue el emblema de la oposición republicana. Durante la proscripción del peronismo llegó al poder por intermedio de Arturo Frondizi y Arturo Illia, dos brillantes dirigentes que no lograron terminar su mandato. En 1974, al morir Perón, Ricardo Balbín olvidó su vieja enemistad con el difunto y lo despidió como un demócrata. En 1983 ese otro gran dirigente radical que fue Raúl Alfonsín hizo que el radicalismo le ganara al peronismo por primera vez en la historia en las recordadas elecciones del 30 de octubre de ese año. Lamentablemente, a fines de 1993 Alfonsín y el radicalismo detrás suyo le obsequiaron a Menem la reelección de 1995. Fue el comienzo de la decadencia radical que se ahondó durante la patética presidencia de Fernando de la Rúa, el presidente que se vio obligado a huir en helicóptero en diciembre de 2001. La decadencia radical se ahondó durante el kirchnerismo al adoptar una insólita postura opositora, postura que llegó al paroxismo en 2008 cuando la UCR apoyó a la corporación agropecuaria durante el conflicto por la 125. El golpe de gracia a la dignidad radical lo dio su cúpula al decidir formar parte de Cambiemos, es decir, aliarse con un emblema de la corrupción empresarial: Mauricio Macri. Hoy el radicalismo no es más que una caricatura de sí mismo, una cáscara vacía de todo contenido ético. Sus actuales dirigentes, postrados ante una marioneta del establishment, no hacen más que mofarse de Alem, Yrigoyen, Balbín, Illia, Alfonsín y tantos otros cuya memoria no merece semejante escarnio.
Hernán Kruse
Agradecimiento por una pensión derivada
Quiero agradecer con todo mi reconocimiento a quienes no sólo con idoneidad sino con sensibilidad y muy buena predisposición y respeto, hicieron posible que Liliana obtuviera una pensión derivada. Trámite éste que, si bien era procedente y viable, pudo (por circunstancias históricas de índole de salud en términos de secuelas, por una anoxia perinatal), no haber sido expeditivo como lo fue gracias a la doctora Elena Canosa de salud mental del Hospital Provincial, a la doctora Fisela Karina, a Udai zona norte Alberdi, a Alejandro Bellia, Héctor Mario Desmedt, Udai zona centro, Carlos Mazzaferri, Gabriel Nefonte, Damián Pablo, Manuel Casanova, Nadia Landal, María Noel Montaldi. En la convicción de que agradecer es nombrar y hacer público un reconocimiento más que merecido a quienes no sólo cumplen con su trabajo sino que asumen un compromiso que excede la responsabilidad laboral dando testimonio de un sentimiento de humanidad digno de ser destacado, supieron ver en los ojos de Liliana la necesidad que deviene de una carencia. Muchísimas gracias por el modo en que nos atendieron. Fueron todos muy amables y solidarios.
Mabel Vragnisan
DNI: 14.287.776
A la intendenta
de Rosario
¿Sabía usted, señora intendenta Mónica Fein, que en la oficina de Dirección General de Tramitación y Fiscalización Urbanística, donde exigen que paguemos un impuesto de más de 200 pesos solo para obtener un certificado, sin el cual no se puede iniciar el trámite, solo trabajan cuatro horas dos veces en la semana? ¿Sabía señora intendenta Fein que hace meses toca o martes o jueves de paro, feriado y siguen pasando semanas? ¿Sabía que por fin un día que me atendieron, se había vencido mi comprobante de pago y no tenían medios para rehacerlo, reimprimirlo, hacerlo a mano y yo poder ir a pagarlo? ¿Sabía que esto demoró mas días aún? ¿Sabía usted señora intendenta Fein que el señor secretario de Planeamiento de la Municipalidad, Pablo Hernán Ábalos, el subsecretario Javier Gustavo Fedele y la directora general Beatriz Ambroggi, nunca en todos esos momentos, que fueron al menos cinco, estaban en sus escritorios? Digo, exigen tributos para hacer tramites, los ciudadanos sin opinión disponemos a pagarlos y aun así nos ponen trabas, hace dos meses que no logro el certificado. Le doy una idea, señora, chiquitita, humilde; por qué no se fija con estos funcionarios si hay paro o feriados justo los martes y jueves que ellos "pueden" atendernos, que atiendan otro día de los cinco hábiles que tiene la semana, así agilizamos un poquito. ¿Qué le parece?
DNI 27.916.062
N. de la R.: En la pagina rosario.gov.ar se detalla que la Dirección General de Tramitación y Fiscalización Urbanísticas funciona en avenida Belgrano 328, piso 3. Atiende martes y jueves de 8 a 12 y no atiende al público los días lunes, miércoles y viernes.
Queremos recuperar
el club Reflejos
Quería comunicarles un problema de barrio Empalme Graneros, el club Reflejos fue tomado por la familia del presidente actual. Estas personas ponen un negocio en la instalación y se quedan con el dinero, se adueñan de la pileta y niegan la entrada a los vecinos. Desmantelaron una colonia de vacaciones que estaba desde hace más tiempo que ellos. Son personas que creen que la ley no les aplica. Soy un joven de 14 años que iba a esa colonia desde los cinco años. El club se ubica en Génova esquina De Angelis. En el barrio formamos un grupo de animadores juveniles que en lugar de estar en la calle, en las drogas, el alcohol o robar, vamos a un grupo de juegos y actividades. En el verano ayudamos a enseñar a nadar a los menores de 12 años pero nos desmantelaron ese grupo. ¿Quién sabe dónde podrían terminar algunos jóvenes? Les dejo nuestro futuro a su disposición. El club es del barrio, no de esas malas personas que te obligan a ser socio y usan el dinero que les dan para sus propios intereses. ¡Necesitamos ayuda para recuperarlo!
Giuliano Danilo Calello
La ruptura del
contrato social
El sistema inmunológico de nuestra sociedad está en terapia intensiva, tanto dentro del Estado como entre la ciudadanía. La violencia estalla por todas partes. La inobservancia de leyes y normas que rigen nuestra sociedad la vivimos cotidianamente. Thomas Hobbes en su libro "Leviatán" manifiesta su tesis sobre la maldad natural del hombre, que impediría la supervivencia de la especie humana, a menos que se promueva y acuerde un contrato social que fijaría los valores y principios a respetar para hacer posible la convivencia y el desarrollo de la sociedad. El Estado, decía Hobbes, debe ser el árbitro en la aplicación de ese contrato, y la sociedad en su conjunto debe respetar su función. Se ha acentuado la decadencia moral de los gobernantes y de los gobernados. Todo se miente con la anuencia de todos. La grandeza de un país, los sagrados principios democráticos, los intereses del pueblo, los derechos del ciudadano, la moral administrativa; todo ello no significa nada si no revertimos las condiciones que crean la indiferencia, el desinterés, la impunidad, el oportunismo. Vivimos en un sistema que ha roto con el contrato social, un sistema en el que prima el vale todo. En este contexto podemos ver cómo día tras día aparecen los piquetes, las huelgas, los paros, las amenazas. Ha comenzado una campaña electoral descarnada, y en ésta es previsible una agudización de los ataques, tanto de un lado como del otro. Dice un proverbio oriental: nunca enciendas un fuego que no te sientas capaz de apagar.
Manuel Basanta
DNI 93.971.708