Esta semana hubo varios concejales que pronunciaron encendidos discursos para oponerse a la iniciativa que avala la Intendencia de cobrar un pase de diez pesos para ingresar a la Fiesta de Colectividades.
Por Diego Veiga
Esta semana hubo varios concejales que pronunciaron encendidos discursos para oponerse a la iniciativa que avala la Intendencia de cobrar un pase de diez pesos para ingresar a la Fiesta de Colectividades.
Se pagaría por única vez, serviría para todos los días y los menores de 12 años ingresarían gratis. La idea es que lo que se recaude con ese pase sirva para arreglar el parque a la Bandera, que suele quedar muy deteriorado cada vez que se realiza este encuentro.
Bastó que la idea se conociera para que aparecieran duros reproches. Enérgicos, muchos concejales cuestionaron la iniciativa, dijeron que era restrictiva y alejaba a los rosarinos de la posibilidad de disfrutar de este tradicional festejo.
Lo que no se dijo es que una semana antes muchos de esos ediles habían levantado sus manos para aprobar un aumento del 100 por ciento en el costo del estacionamiento en la zona de la feria.
El año pasado, y mediante una iniciativa del edil del PRO, Rodrigo López Molina, se determinó que en un sector cercano al parque a la Bandera se establecería un estacionamiento pago para quienes fueran a la feria. El objetivo fue que lo recaudado se destinara a instituciones benéficas.
Entre los fundamentos del proyecto se definía a los cuidacoches como “personas que pueden ser peligrosas para la integridad física y material” de quienes van al Encuentro de Colectividades.
Ese año la tarifa se fijó en 10 pesos. El jueves 16, el Concejo subió ese precio a 20 pesos.
Es decir, aumentar al doble el estacionamiento está bien, pero cobrar 10 pesos la entrada a la feria es un escándalo.
Hay más perlas.
Por ordenanza que impulsó Jorge Boasso, es el Ente Turístico de Rosario (Etur) el organismo encargado de organizar y coordinar la Fiesta de las Colectividades.
Se dispuso la conformación de una comisión integrada por tres funcionarios del Ejecutivo, tres concejales y seis representantes del sector privado a los fines de que se evaluaran allí distintos aspectos relacionados al turismo de la ciudad, entre ellos, el tradicional encuentro.
El Concejo recién definió el jueves 9 quienes serían los ediles que integrarían esa comisión. Tuvo que hacerlo a pedido de la Intendencia y apremiado por la inminencia de la fiesta. Ergo, parece que el tema no interesaba. Eso sí, cuando se habló de cobrar entrada los discursos se encolumnaron ávidos de micrófonos en tiempos electorales. Habían tenido un año para participar de las reuniones en las que se venía definiendo la idea de cobrar un pase. Nadie fue.
¿Por qué se puede cobrar 20 pesos el estacionamiento diario y es tan tremendo pretender que se abone un pase de 10 por todos los días que dura el encuentro?
El Festival de Cosquín, por citar uno de los eventos más populares del país, tiene entradas que van desde los 55 hasta los 340 pesos.
El ticket más barato para disfrutar del Festival de Doma y Folclore de Jesús María es de 100 pesos.
Y en la Fiesta de la Vendimia, la más popular de Cuyo, hay que abonar entradas que van desde los 40 a los 180 pesos.
Tres ejemplos de fiestas multitudinarias que cobran entradas y no por eso pierden su esencia popular.
Por estas latitudes, en tanto, el doble discurso parece ser una constante.
Y en un Concejo con tantos candidatos, ya es moneda corriente.