El desafío es cómo “ir de la violencia a la convivencia”, dice la directora de la Fundación Sociedades Complejas, Andrea Kaplan, para sintetizar qué se debatirá en el Primer Congreso Regional sobre Violencia en las Escuelas, que se realizará en Rosario el 20 y 21 de marzo. Está organizado por Sociedades Complejas y el Instituto Superior Santísimo Rosario. En charla con La Capital, adelanta que esta meta implica “plantear toda una serie de intervenciones posibles, de propuestas y herramientas tendientes a mejorar los lazos de convivencia”.
“No quedarnos en la denuncia y el debate acerca de qué tan mal estamos, sino de qué manera podemos ejercer prácticas de no violencia, que nos permitan avanzar hacia una mejor convivencia tanto escolar como social”, señala Kaplan, quien es comunicadora social (UBA), coautora y compiladora de los libros “Hablemos de violencia. Problemas sociales que atraviesan las escuelas”y “Prácticas de no-violencia. Intervenciones en situaciones conflictivas”, (Ediciones Noveduc, 2014) junto a Yanina Berezán. Además organizó y coordinó las tres ediciones del Congreso Internacional sobre Violencia en las Escuelas.
Adelanta que el encuentro regional que tendrá como sede Rosario es el primero de una serie que la Fundación Sociedades Complejas realizará en distintas ciudades (Tucumán, Córdoba, están en la agenda). La idea es que los participantes no siempre se muevan a Buenos Aires y se puedan rescatar y compartir distintas experiencias regionales. El tema central es siempre “trabajar en este concepto que asocia la violencia a las escuelas y dice que la violencia es escolar”. “Para nosotros —abunda— que desde hace varios años venimos trabajando el tema, la violencia escolar como tal no existe o no debiera nominarse de esa manera”.
Debates. La idea principal sobre la que se darán los debates e intervenciones es la de “ir de la violencia a la convivencia”. “En ese sentido hay una apuesta muy fuerte a recuperar el concepto de autoridad pedagógica que trabajará Damián Melcer, un sociólogo especialista en estos temas. También ver qué recorrido se hizo en un país, que padece profundamente los efectos de la distintas violencias sociales como es México, y que traerá la doctora María Teresa Pietro Quezada, investigadora de la Universidad de Guadalajara”, anticipa Kaplan sobre algunas de las conferencias programadas. Resalta que se pasará un fragmento de la conferencia de la doctora Eva Giberti, “Violencia contra niñas, niños y trans”, como parte del Programa “Las víctimas contra las violencias” del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. “Se transmitirá parte de su conferencia y dos coordinadoras especializadas en el tema van a estar presentes y explicarán cuál es el trabajo que se hace desde el programa y cómo se puede hacer prevención desde la escuela. Una cuestión interesante porque nos permite pensar cómo hacer alianzas con la comunidad, y cómo integramos las cuestiones de prevención, detección y de intervención”, dice Kaplan.
Al congreso no sólo asistirán profesionales de la educación y la salud de Rosario y la región, sino también de otras ciudades y provincias. Además de profesores de Uruguay, Brasil, Chile y Perú.
Acoso entre compañeros, adultos que se corren de su función, insultos, abusos, discriminación son algunas de las agresiones que se expresan en la vida escolar, sumadas a las que generan la pobreza, el abandono y el accionar de la narcocriminalidad. ¿Es tarea de los docentes hacerse cargo de semejantes problemáticas? Andrea Kaplan opina que si bien no es exclusiva de las escuelas y sus docentes, “inevitablemente los tiempos que corren nos llevan a que tengamos que tener mínimamente una lectura sobre la problemática, una posición, información y después algunos elementos que puedan colaborar para al menos no reproducir los índices de violencia y de maltrato que a veces notamos socialmente dentro de la institución”.
“La función central del docente debe seguir siendo reivindicar la tarea de educar y la de la transmisión. Pero también es parte de la educación, y de esa tarea, aprender socialmente a convivir”, dice y considera que asumir semejantes desafíos implica un compromiso conjunto: “No puede ser la escuela la única responsable. Es una tarea indiscutible, interinstitucional e interdisciplinaria donde el Estado tiene que estar presente con políticas concretas; con los centros de salud presentes articulando las problemáticas con las escuelas, con más personal del ámbito de la salud mental pudiendo trabajar y también contener a los docentes”.
Para la comunicadora, las discusiones y aportes que se dan en estos congresos, como el que tendrá lugar en Rosario la semana entrante, son fundamentales “para no sentirse solos, pero sobre todo para validar las propias prácticas”. Señala que esto es clave, porque muchas veces maestros y profesores suelen desechar lo que emprenden como proyectos, y si algo encuentran de valiosos en estos espacios es que permiten validar esa práctica. Y advierte como un dato clave que, por lo general, en estos encuentros las experiencias que se comparten muestran que siempre se realizan desde lo positivo.
Al cierre de la primera jornada del congreso, se presentará la Orquesta Infanto Juvenil de Villa Hortensia. “Si hay algo que nos despega de hablar de la violencia y apuesta a la subjetividad es el arte, el arte y el juego”, expresa Kaplan para argumentar a favor de la participación y protagonismo de los niños y jóvenes en todo proyecto educativo.
En el congreso— será en la sede de Arijón 423— también disertarán Fernando Onetto, Telma Barreiro y Ruth Harf, además de la presentación de trabajos libres y ponencias. Para más informes e inscripción, escribir a [email protected] o ingresar al sitio www.sociedadescomplejas.org