José Tranier es doctor en educación, investigador y profesor de la Escuela de Ciencias de la Educación de la UNR. Al analizar la problemática del ingreso y permanencia de los estudiantes elige “una suerte de metáfora” extraída del campo de la práctica médica para hacerlo. “Cuando un paciente llega con una urgencia a un hospital, no interesa demasiado (o al menos no resultaría oportuno) empezar a indagar acerca de los motivos que lo constituyeron en esa desafortunada situación. En oposición a aquello, al médico le tocará hacer todo lo posible al alcance de sus manos para intentar paliar aquel cuadro. Esto es que, más allá de la necesaria reconstrucción de la génesis «clínico-histórica» de la biografía del paciente que permita reactualizar su «corporeidad» (y también distribuir responsabilidades), ésta debería ser a posteriori de la emergencia suscitada. Con esto quisiera diferenciarme de aquellos planteos que ubican, o ponen el acento en forma exclusiva, en el déficit de calidad educativa recibida desde los anteriores niveles educativos de la trayectoria de los estudiantes, como consecuencia del «bajo» punto de partida cuando acceden a instancias de educación superior. Aquello que quiero decir sin rodeo alguno es que si «no saben», si «nadie les enseñó bien antes» pues entonces, enseñémosles, de una buena vez nosotros; es decir, los docentes de nivel superior y de la universidad. Parafraseando a Levinas (2010) actuar es responsabilidad nuestra, y que haya reciprocidad o no, asunto del otro”.