Las diferencias futbolísticas en el nivel profesional en la mayoría de los casos son directamente proporcionales a las económicas. Y aunque en el derrotero de las competencias asoman eventualidades, la constante es que los que más recursos tienen son los que más festejan. Y así lo evidencia el mundo destacado de la redonda. Donde los aportes por los derechos televisivos juegan un rol determinante. Una discusión pendiente en la Argentina. Y para la cual deberán prepararse las autoridades de Newell’s y Central para dejar de seguir resignando fondos.
Como ya fue dicho, la AFA ratificó el sistema de reparto del dinero televisivo y confirmó la inequidad distributiva, en una escala en la que Boca y River son los más beneficiados, pero donde Central y Newell’s siguen padeciendo la injusticia de estar debajo de Independiente, Racing, Vélez y San Lorenzo. Y en igualdad de condiciones con el resto de los clubes.
No obstante, y si bien River y Boca mantuvieron la hegemonía histórica en la obtención de títulos, otros equipos también pudieron quedarse con los festejos. Y es por ello que los “grandes” quieren ampliar más las distancias económicas.
De cara a la discusión que se deben los clubes por un mecanismo de reparto diferente, leprosos y canallas deberán estar atentos y preparados para el debate por la ecuación a implementar. Para lo cual es importante que visualice lo que ocurre en otros lares. Porque River y Boca hacen un tándem al que rápidamente se asociaron San Lorenzo, Independiente y Racing. Y hoy actúan en sintonía.
Esta pugna se fue convirtiendo en importante por la magnitud de los recursos devengados de la televisación, y es por eso que se escuchó de ciertos presidentes hablar de la “trascendencia de los grandes” por su poder de convocatoria, fundamentando su frase con la incidencia que debería tener el rating en el cálculo de los importes. No es un dato menor que el rating se mide desde el poder central, donde abrevan los cinco clubes en cuestión.
“Que hagan un torneo sin Boca y River”, fue una chicana recurrente en los últimos años, como así la respuesta: “Que hagan un torneo Boca y River solos entonces”.
Pero esa diferencia que quieren profundizar algunas corrientes dirigenciales en la Argentina ya tiene ejemplos notorios. Como sucede en España. Donde es un hábito que Barcelona y Real Madrid repartan los títulos, siendo una gran sorpresa cuando no son ellos. Como así una rareza sus derrotas. Ya que es un hecho consuetudinario que sumen victorias, y en varios casos por muchos goles de ventaja. Tanta que tiñen de monotonía las pantallas de la televisión con un torneo que atrae por las estrellas y no por la competitividad. Y hay un abismo entre lo que reciben estos dos clubes con relación al resto.
En Francia acaba de consagrarse campeón Paris Saint Germain por cuarto año consecutivo, y cuando aún restan por jugarse ocho fechas.
En Inglaterra este año asoma Leicester como revelación, ante una hegemonía de los Manchester y Chelsea. Vale destacar que en la Premier League es donde más dinero aporta la televisión, pero las diferencias entre lo que perciben los clubes no son tan marcadas como en España.
En Italia, Juventus ganó el calcio en los últimos cuatro años y lidera la edición actual, en un predominio que alternó tiempo atrás con Inter y Milan
Y la Bundesliga tiene un campeón tradicional: Bayern Munich. Siendo Alemania y Francia los países con menos ingresos de la televisión comparados a Inglaterra, España e Italia.
Estas realidades están estrechamente vinculadas a los contextos económicos del fútbol de cada país, donde los poderosos son cada vez más sustentados por los fondos que derivan de los derechos televisivos, donde diferentes ecuaciones amplían la brecha. Es cierto que tienen capacidad de generación propia, pero los fondos de la tele amplían aún más esa grieta.
Y para ejemplo basta con citar el acuerdo en ciernes en el fútbol italiano en 2016 para corregir las desigualdades, donde se contabilizan unos 925 millones de euros aproximadamente a repartir.
Devengando las comisiones, tributos y unos 60 millones que se destinan como salvataje a los cuatro equipos que descienden, la distribución propuesta es de la siguiente forma: 40 por ciento en partes iguales, 30 por ciento según el número de hinchas y el otro 30 por ciento según los resultados. Luego, los 115 millones de aumento de los derechos televisivos, serán por mérito: los diez primeros se repartirán 69,2 millones. Es decir, el décimo se llevará dos millones de euros más que el undécimo. Siendo esto último calificado como la meritocracia, a considerar por la Argentina.
Aquí los directivos de los diferentes clubes que no forman parte del círculo de privilegio impuesto por Boca, River, Racing, Independiente, San Lorenzo y Vélez deberán unir criterios para evitar que la distancia del reparto existente se siga ampliando. Y en esta tarea será fundamental que la actual conducción de Central y la que resulte electa en Newell’s actúen en concordancia en defensa de los intereses del fútbol rosarino. Caso contrario, habrán reducido sus posibilidades por competir.