La de Santa Fe “no es la mejor propuesta salarial del país y decir eso no sirve porque no soluciona nada”. Así califica la secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), Stella Maldonado, al principal caballito de batalla con que el gobierno provincial defiende el aumento de sueldos ofrecido a los maestros (15% para cobrar en abril y 9% en agosto). Se refiere además a la paritaria nacional cerrada unilateralmente por el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, como el “desacuerdo nacional” y reclama por una mayor inversión educativa.
Hoy la Ctera se reúne para definir si sus afiliados tampoco inician las clases el lunes y si convocan al paro nacional. Maldonado repasa que las provincias que pudieron sentarse con tiempo —como Córdoba y Río Negro— lograron una buena propuesta, mientras para otras el horizonte no es el mejor, tales los casos de Buenos Aires, Mendoza, Entre Ríos, Jujuy, casi todas las patagónicas y Tierra del Fuego que “ofreció el 8%” . Se esperaba que Macri mejorara la propuesta de tres tramos del 7% también rechazada.
Según explica, no resolver a nivel nacional perjudica el cierre de la discusión de todas las provincias, y recuerda que con el “desacuerdo nacional” se fijó un salario de 3.416 pesos a cobrar en enero de 2014. “Es decir, es una propuesta impresentable”, define. Y agrega como preocupante que “hubo una férrea decisión de no mover en absoluto el incentivo docente”.
—¿Por qué todos los años se repite la misma escena de dar la discusión salarial a días del inicio de clases?
—Nosotros, desde Ctera, hemos planteado esto desde el principio: que no es el mejor momento para discutir, pero nunca se llega porque es una discusión muy vinculada a las proyecciones macroeconómicas. Sostenemos que hay que hacerlo en otro momento del año. Pero además hay que sacarle dramatismo, porque capaz que si los metalúrgicos discuten 6 meses muchos no se enterarían. Además de no permitir que se ejerzan todo tipo de presiones políticas.
—¿Cómo garantizar las metas de la obligatoriedad (más jardines, secundario y jornada extendida, entre otras) hace poco anunciadas por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y antes aprobadas por todos los ministros de Educación con maestros que no pueden definir sus salarios?
—Esa es una gran contradicción que se la hemos planteado al ministro Sileoni. Desconocer la variable “trabajo docente” en todas sus dimensiones y lanzar un plan para alcanzar las metas que se fijó la ley de educación nacional es por lo menos una contradicción; y nosotros creemos que es un error. Aquí hay un dato muy significativo para atender: en el año 2004 el censo docente nacional que se hizo indicaba que un poco menos del 40% de los docentes tenían más de un cargo o su equivalente en horas cátedra, hoy ha trepado al 50% esa cantidad.
—¿Por qué razones?
—Por muchas razones que en algunos casos tienen que ver con que no alcanzan con la cantidad de docentes titulados y entonces toman más de un cargo. Pero en otros, y sobre todo en primaria y en inicial, es porque verdaderamente los salarios son muy bajos para lo que ha sido la evolución del costo de vida de los últimos años. Esto hay que reconocerlo, y si no se puede dar al salario docente un salto de calidad vamos a continuar teniendo problemas. Otro motivo es que se han generado nuevas expectativas de consumo, porque hay un consumo reprimido, insatisfecho que tenía que ver con la renovación del parque de los electrodomésticos de los hogares, con la posibilidad de poder comprar pequeños vehículos utilitarios para la familia. Las familias de clase media baja y media como son las nuestras y la de los docentes de todo el país han adquirido un montón de compromisos de crédito; ese es el motor de la economía, este es un modelo económico basado en el mercado interno y en el consumo.
—Usted dijo que las discusiones salariales están siempre atadas a las variables de la economía y si bien es entendible porque de algún lugar sale el dinero para los salarios, ¿no haría falta también hacer privilegiar otra mirada en este debate?
—Sí, es así. Nosotros rescatamos mucho todo lo que se hizo en educación y no decimos que estamos peor que antes, que hace 10 años. Se ha avanzado mucho. Pero un salto de calidad implica que hay que poner todavía más recursos y por eso es que estamos planteando la necesidad de ampliar una ley de financiamiento que nos permita llegar a unos puntos más del PBI; y sobre todo también que haya una ley de educación superior con recursos propios para que no quede subsumido el incremento de recursos que puso el Estado nacional y que en su enorme mayoría ha ido a las universidades. Y está muy bien que vaya a las universidades, pero esto requiere entonces incrementar la inversión en el resto de la educación.
—El gobierno de Santa Fe repite como argumento principal para defender su oferta salarial que “es la mejor propuesta del país” ¿Sirve de algo decir que es la mejor aunque no sea buena?
—Primero que no es la mejor propuesta del país y por supuesto que decir que es la mejor no le resuelve el problema a nadie; no sirve porque no soluciona nada. La mejor hasta ahora es la de Río Negro, porque es muy integral, no sólo incluye un incremento sino que atiende a inequidades salariales.
—En la huelgas los maestros son los más expuestos a la condena social, ¿con qué mensaje llegar a los padres?
—A los padres les decimos que lamentamos muchísimo tener que llegar a esta situación y que no nos sentimos responsables. Al contrario, hemos sido muy responsables y hemos ido con los números al ministro a demostrar que con las propias partidas del Ministerio se podía llegar. Y además creemos que es muy grave que no tengamos los mismos derechos que los otros trabajadores en la discusión paritaria porque cuando un trabajador metalúrgico no llega a un acuerdo interviene el Ministerio de Trabajo, convoca a las partes, hay una mediación. Pero no es nuestro caso: nosotros no hemos tenido acceso a esos institutos de derecho laboral que también tienen que ser para los trabajadores estatales. Queremos que las familias se involucren en esta demanda para que se haga fuerte la inversión educativa.