Newell's tuvo su regalo de Navidad. Una campaña redonda que le permitió engordar el flaco promedio inicial, obtener el boleto para jugar la Copa Libertadores de América y conseguir un subcampeonato, algo que obtuvo Roberto Sensini hace tres años (12/12/09). La sensación que quedó en aquel momento fue que Ñuls dejó pasar la chance que estuvo al alcance de sus manos. La misma que le quedó a Martino, quien no se cansa de repetir que "el campeonato siempre será un lamento". Cuando la mirada se instala en la realidad que vivía el club hace exactamente un año, la de hoy es para brindar con el champán del que habló Gabriel Heinze en la semana. Porque hizo olvidar las penas por el miedo del descenso (aún resta un semestre, pero está aliviado) para pensar en grande. Y en buscar algo más a nivel internacional. Los resultados hicieron aumentar los objetivos. Porque ahora no sólo las pretenciones serán las de dejar a la Lepra con un promedio cómodo, sino también intentar hacer historia en la Copa. Por algo se quedó el Tata por seis meses más, para concluir con la tarea iniciada y soñar un poco más. Por eso llegaron nombres de fuste con el fin de dar una mano y poner a la institución en la vitrina internacional. Por algo hay otros que quieren retornar: Guiñazú, Manso, Belluschi, Samuel, Formica y sigue la lista. Hoy existe otro ánimo. De entusiasmo pleno. De ilusiones renovadas y pensamientos grandes. Newell's, en sólo doce meses, pasó de ser mendigo a millonario.