En las oficinas que el Ente Regulador del Transporte tiene en la Terminal de Omnibus Mariano Moreno se estaba desarrollando una reunión entre dirigentes del sindicato de los choferes y funcionarios municipales. El tema excluyente era la inseguridad que sufren los conductores y el paro que habían dispuesto por el ataque a un chofer de la línea 127. En un momento determinado se presentaron dirigentes de los taxistas y todos pensaron lo peor: otro ataque a un chofer, pero de los autos de alquiler. Sin embargo, todo se aclaró cuando algunos periodistas revelaron que habían convocado sólo por comodidad y cuestiones técnicas a los taxistas hacia a la Terminal pero para hablar del aumento del boleto y no de otra cosa. ¡Menos mal!