El jueves próximo se realizará una importante Jornada de carácter Federal referida a “La biomedicalización de los malestares infantiles actuales y sus derechos en juego”, organizada en forma conjunta por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación y el Instituto de Capacitación Parlamentaria (ICAP). Se advierte con preocupación el avance de ciertos discursos de fuerte sesgo biologicista e innatista que van a contramano de los nuevos paradigmas en salud mental en los que se apoya la nueva legislación nacional vigente y tienden a tornarse hegemónicos, al generalizarse y extenderse, desde el campo de la salud hacia el escolar. Una forma de vulnerar, a través de cierto tipo de prácticas que se promueven desde determinados “recortes” científicos, nada menos que los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes. Prácticas que se refieren a la tendencia a establecer diagnósticos que —con mucha facilidad— se endosan a niños y a adolescentes, sin tener en cuenta su entorno e historia, y tampoco la complejidad del funcionamiento psíquico en la infancia y en la adolescencia.
Al respecto, se señala que los mismos parecen haberse reducido a simples procedimientos de evaluación cuantitativa de ciertas funciones cognitivas, previamente identificadas como “desadaptadas”, con frecuencia por las mismas escuelas.
Estas, al ser consideradas, además, de forma aislada y descontextualizada, como si el comportamiento fuera algo estático y atemporal, determina como consecuencia abordajes medicalizadores a partir del establecimiento de trastornos atribuidos a supuestas deficiencias de origen biológico portadas por los mismos niños o adolescentes, sin que se tenga en cuenta lo que les puede estar sucediendo, en muchos casos padeciendo, ni se los ayude a desarrollar sus posibilidades.
Etiquetas. Por esta vía, no pocos niños y adolescentes etiquetados de ADD-H, TGD, TEA, disléxicos, etcétera no son escuchados, y como consecuencia tampoco entendidos y atendidos como se merecen, dado que los mismos pasan a ser rápidamente objeto de múltiples tratamientos psicológicos, pedagógicos y fonoaudiológicos, entre otros. de adiestramiento y reeducación cognitivo-conductuales que sólo buscan reprogramarlos, como si fueran computadoras; y que se complementan frecuentemente con la administración de drogas psicoactivas, cuyos efectos secundarios adversos no son considerados.
Alarmante situación. De este modo, resulta sumamente preocupante observar cómo resultan severamente estigmatizados, desde muy temprana edad, comprometiendo significativamente su futuro, teniendo en cuenta que se encuentran en pleno proceso de constitución subjetiva.
Ante esta alarmante situación, desde una perspectiva crítica, respaldada en la legislación vigente, durante el desarrollo de la jornada sobre biomedicalización propondremos pensar en las posibilidades que ofrece el diálogo interdisciplinario e intersectorial, para trabajar con ellos, y poderlos acompañar de la mejor manera posible en sus procesos de aprendizaje y socialización.
Se tendrá en cuenta para esto, y en todo momento, que todo niño, niña o adolescente es un sujeto en devenir, inscripto a su vez en singulares historias y contextos de vida sociales, familiares y escolares; de modo que resulta central no perder nunca de vista que están transitando momentos de la vida que se definen, justamente por sus posibilidades de transformación.
En este sentido, y partiendo de la idea que no hay naturaleza humana dada sino prácticas que la producen, se considerará fundamental prestar especial atención a las principales novedades socioculturales con las que la época atraviesa los procesos de subjetivación de las infancias y adolescencias actuales, como así también las novedosas manifestaciones con las que expresan sus malestares, considerando para esto y de manera particular, su impacto en las principales instituciones que clásicamente se vienen ocupando de su crianza y educación: es decir, las familias y las escuelas, y —en el marco de estas transformaciones— las relaciones que entre ambas sostienen.
Objetivos. Desde esta perspectiva, esta jornada pretende generar un espacio para revisar las concepciones que subyacen a las prácticas de profesionales de la salud, lo social, lo jurídico y la educación abocados a las infancias y adolescencias en relación a sus posibilidades de acompañarlos en los vaivenes propios de sus procesos de subjetivación y maduración orgánica, como así también en sus aprendizajes escolarizados.
La intención es poner el acento en la necesidad de repensar los alcances e implicancias que conllevan cierto tipo de intervenciones, de manera particular aquellas vinculadas a las decisiones éticas que se toman con relación a ciertas problemáticas con las que no pocos niños nos interpelan cotidianamente, considerando para esto el novedoso papel que desarrollan hoy las escuelas, las nuevas configuraciones familiares, las tecnologías informáticas de la comunicación y el mercado como regulador de las relaciones intersubjetivas e intergeneracionales en los procesos de subjetivación de las infancias y juventudes actuales.
Los derechos de aquellos que están en situación de vulnerabilidad psicosocial, cuyas manifestaciones se confunden frecuentemente con patología psíquica, a la que se le atribuye causa orgánica, serán planteados y tomados particularmente en cuenta durante el desarrollo de esa jornada.
Se espera capitalizar este encuentro para compartir y profundizar en recursos y estrategias que se pueden implementar desde el campo de las políticas públicas, la clínica y las aulas, a partir de la puesta en común de experiencias recogidas en las respectivas trayectorias profesionales en territorio, que serán objeto de espacios de intercambios y debates de carácter federal ya que contará con la presencia de representantes de distintas provincias de nuestro país.