Al principio, el furor de internet y la democratización de la información provocaron que fueran millones las personas que quisieran tener su propio canal para expresarse y manifestar sus opiniones, o simplemente para mostrar lo que estaban haciendo. Diez años después, las plataformas de contenido se ven en la urgencia de salir a “contratar” a quienes se comprometan a escribir. Internet está dejando de ser el lugar de producción para convertirse en el universo donde buscar y conseguir de todo, también información distinta a lo que se publica en los medios de comunicación y que resulta de interés a ciertos sectores de la sociedad. Qué está pasando en el mundo virtual, derechos, deberes y cuáles son las leyes de propiedad intelectual.
En el marco del foro de cultura digital, organizado por el Mercado de Industrias Culturales Argentinas (Mica) que se realizó en Rosario, referentes de la actividad debatieron sobre lo que está pasando en internet. Uno de ellos fue Nicolás Cohen, director de producto de la red social Taringa!, quien dialogó con Más sobre el uso de internet y los desafíos que presenta hoy el mundo virtual.
Red social y nuevos medios
Taringa! nació como una red social donde compartir contenido, pero hoy se podría decir que está cumpliendo un rol de medio de comunicación donde los usuarios entran para leer información que les interesa. “Se la podría definir como un nuevo medio de comunicación, pero con la particularidad de que Taringa! no tiene una redacción, ni editores que marquen una línea o digan qué se puede escribir y qué no. Es un concepto totalmente distinto. La gente habla, comparte y da noticias de cuestiones cotidianas que seguramente a un grupo de personas le interesa. Por ejemplo, nos pasamos hablando de lo mal que andan los celulares y eso nunca sale en los medios de comunicación tradicionales, pero en este sitio web sí, y con toda libertad se puede hablar de las compañías porque no existe condicionamiento económico”, explicó el joven gerente, que tiene 31 años.
Esta web cuenta con 27 millones de usuarios registrados de todo Latinoamérica y 75 millones de visitas únicas por mes. En esta plataforma los que incorporan contenido son los propios usuarios y quienes indican en qué lugar de jerarquía estará ese contenido también son los usuarios. Por eso rompe con la lógica de un medio de comunicación tradicional donde existen editores y jefes de redacción que determinan qué temas se tratan y qué lugar de importancia se le dará a cada uno de ellos.
“La diferencia que tenemos es que en Taringa! se suben noticias que no están en la agenda mediática, pero que interesan a mucha gente. Por ejemplo, un caso emblemático fue el de un artículo, que subió un usuario de Venezuela donde explicaba cómo se hace el trámite para obtener el Registro de Información Fiscal (RIF) que sería como el Cuit acá. La cuestión es que este usuario lo explicó muy bien y cientos de miles de personas lo leyeron y comentaron. Esto, que no era noticia para los medios, se transformó en un tópico de sumo interés para los venezolanos que necesitaban hacer este trámite. Cosas así pasan todos los días en Taringa!”, comentó Cohen. Otro ejemplo de ello es que el segundo post (noticia) que más se leyó en Taringa! esta semana consiste en una descripción sobre las páginas web donde se puede aprender inglés gratis.
“El concepto de compartir es muy fuerte en Taringa!, como en cualquier red social. Por ejemplo, un usuario explicó cómo armar una placa solar como las que se venden, que son chinas y carísimas. El decía cómo la podía fabricar alguien en Argentina de manera muy simple. Eso les gusta mucho a los lectores”, apuntó.
El límite y la moderación
Si bien Taringa! es un sitio gratuito, donde cada uno puede contar lo que quiere, existen límites que no se permiten traspasar. “No queremos que lo que se publique ofenda a nadie”, subrayó Cohen, y señaló que también es “difícil de controlar la cantidad de contenido que se sube a la web”. De hecho, por día los usuarios crean en promedio 5.000 nuevos post y se emiten unos 50.000 comentarios (conversaciones que se dan en los comentarios de los post) diarios.
Los llamados “editores” de Taringa! son los que se ocupan de salvaguardar la libertad de expresión. “Por ejemplo, si alguien cada vez que escribe algo por ser del interior lo agreden los porteños, no estaríamos garantizando la libertad de expresión”, explicó. “No les decimos de qué tienen que hablar, pero sí tenemos claro que hay que preservar la comunidad y cuidarla”, continuó. Y es que un fuerte concepto de esta red social es que se generen comunidades, y en general surgen en torno a un tema específico que luego se comparte.
A propósito de cuidar comunidades, Cohen comentó que en la empresa se está trabajando con el Inadi y el Consejo Nacional de la Mujer para reformular cuestiones y lograr que el lema #Niunamenos sea una política clara en comunidad. En este sentido vamos a agregar una forma para que quien se sienta discriminado por alguna cuestión de género, lo pueda denunciar”, señaló.
Sumar creativos
Cohen sostiene que en los últimos diez años el uso de internet cambió. “La Red nació bajo el concepto de compartir, pero la irrupción de las redes sociales, los servicios de streaming (consumo del producto mientras se descarga, no hace falta bajarlo antes para poder verlo) y la compra on line hicieron que se modificara. Ahora importa más extraer información que subir. En los últimos cinco años, podría decir que internet se transformó en un lugar de consumo. En el 96 importaba sobre todo aportar cosas a internet, en cambio ahora lo que interesa sobre todo es obtener y no importa si agregás. Eso lo notamos mucho en Taringa!, donde cada vez es menos la gente que genera contenidos.
Según Cohen, existen todavía muchos usuarios a los que les interesa participar, no ya con contenido concreto sino que suman comentarios y opiniones. “Esta comunidad es más amplia. Sin embargo, la gran mayoría prefiere el consumo silencioso y este es el público que creció significativamente. Son millones de personas que están en la calle con el teléfono y desde ahí leen la información que les brinda la web”.
De allí que surgiera un innovador programa llamado Taringa! Creadores que paga con “bitcoins” (moneda virtual que permite realizar transacciones entre personas de todo el mundo sin intermediarios y al instante) a los que publican contenido valioso en el sitio web. Ofrecen: “Escribe tu mejor receta, la opinión sobre tu videojuego favorito o cómo reparaste tu bicicleta, lo que tengas para contar es valioso para otros. Dalos a conocer, publicalos en Taringa!”, y prometen compartir una porción de los ingresos publicitarios.
Junto con la idea de conservar creativos, Taringa! también se propone que los artículos, fotos o videos que se incorporen al sitio sean cada vez mejor, y allí empieza a prevalecer la calidad. “Si nosotros les garantizamos el pago por los artículos también quienes los hagan podrán dedicar más tiempo y hacerlos mejor”, señaló.
Con estos nuevos creadores de contenidos, los gerentes de la empresa se reúnen en cada ciudad que visitan. Cohen lo hizo en Rosario, con el objetivo de conocer “cara a cara” a quienes suben artículos bien escritos e interesantes.