Un bebé chino volvió a la vida milagrosamente cuando iba a ser incinerado tras haber sido declarado muerto y haber pasado una noche en la cámara frigorífica de una morgue. Los médicos son pesimistas sobre las posibilidades de supervivencia del bebé.
Un bebé chino volvió a la vida milagrosamente cuando iba a ser incinerado tras haber sido declarado muerto y haber pasado una noche en la cámara frigorífica de una morgue. Los médicos son pesimistas sobre las posibilidades de supervivencia del bebé.
Los empleados de una pompa fúnebre del distrito de Panan, en la provincia de Zhejiang (este), preparaban el viernes pasado la cremación de un bebé, cuando de golpe éste comenzó a gemir. El niño había sido declarado muerto la víspera y había pasado unas quince horas en la cámara frigorífica de la morgue, a una temperatura de 12 grados bajo cero. Asombrados, los empleados avisaron de inmediato al padre y a los servicios de socorro, que hospitalizaron al bebé, que había nacido a comienzos de enero,Antes de colocarlo en la cámara frigorífica de la morgue, el padre había envuelto al bebé con dos vestimentas de lana y un espeso saquito de dormir.