Suenan Los Beatles en el único salón ocupado por estudiantes, tras otro día de paro en el Instituto Politécnico. Son los alumnos del Taller de Inmersión Cultural, una propuesta extracurricular que incorporó este año la institución para los alumnos de 1º a 3er. año. En este espacio aprenden historia, tradiciones y costumbres de distintos países, y recurren al idioma como puente y acceso a otras culturas, una instancia en la que además algunos chicos podrán viajar en julio a Inglaterra y cursar inglés en la Universidad de Brighton.
"Este año trabajamos la cultura inglesa, con la intención de sacar al alumno de la clase tradicional y situarlo en otro ámbito, para que pueda expresarse libremente, algo que generalmente no sucede cuando el grupo es numeroso", afirman Diego Espinosa y Gabriel Crocce, profesores a cargo del taller.
La iniciativa, puesta en marcha a principios de abril por los departamentos de Extensión Cultural y de Idioma (área inglés), fue bien recibida por la comunidad educativa, y cuenta con la colaboración de algunos profesores de distintas áreas que enriquecen la propuesta. El taller es gratuito, se dicta una vez por semana e integra a los alumnos de todos los niveles de inglés. "Cuantas veces nos perdemos de entender algunas historias o autores por no conocer el idioma. Hoy estos chicos tienen una herramienta y es la posibilidad de estudiar inglés, algo que en otras generaciones no sucedía. Este acercamiento con el idioma, trabajar con textos y hacer un recorrido por la música de todos los tiempos, es más completo y llega al corazón", destaca la profesora de música Roxana Ascierto, invitada a participar de la clase.
Afianzar el idioma. En este proyecto educativo, los profesores debieron realizar un trabajo de investigación, elaborar la ejercitación y seleccionar el material audiovisual. "Para tener acceso a otras culturas, el idioma tiene que ser un puente y no en una barrera, de esta manera se abren diferentes caminos y perspectivas, no solamente desde la historia sino también, por ejemplo, desde la tolerancia hacia el otro", destacan.
"La idea surgió al igual que muchas otras, en una charla de café. Luego le dimos forma de proyecto y la dirección del colegio lo aprobó. Nos pareció que podía ser un incentivo, tal vez un opción para aquellos que quieran reforzar su idioma, pero con una orientación y no sólo pensando en lo curricular", fundamentan Espinosa y Crocce.
Con Ganas de viajar. De los quince alumnos que cursan el taller, nueve viajan el mes próximo al Reino Unido para estudiar inglés, alojarse en la Ciudad Universitaria de Brighton y recorrer algunos de los lugares más emblemáticos. "Esta instancia es paralela al taller, con el objetivo de que aquellos chicos que pueden costear el viaje experimenten lo que vivieron y conocieron en el taller", señalan los profesores que además acompañarán al grupo que parte el 4 de julio, el mismo día que comienzan las vacaciones de invierno.
Los estudiantes se alojarán quince días en el campus de la Universidad de Brighton, una ciudad costera situada al sudoeste de Inglaterra, allí cursarán inglés por la mañana y durante la tarde realizarán otras actividades deportivas y turísticas coordinadas y propuestas por la institución. "Ellos van compartir esta experiencia con otros chicos principalmente de Europa, españoles o italianos, en una universidad que durante el verano dicta cursos para los extranjeros. Estar en contacto con gente de otros países es lo que más los enriquece, además de tener que enfrentarse a otro idioma y equivocarse las veces que sean necesarias hasta lograr comunicarse". También visitarán algunos lugares históricos y castillos, y se alojarán en Cardiff, Liverpool y Edimburgo.
Las clases son en inglés y los estudiantes cursan de acuerdo a su nivel sea inicial, intermedio o avanzado, del mismo modo que lo hacen en el colegio. "La universidad tomará un test de ubicación para determinar el nivel de cada alumno y derivarlo al curso indicado", destaca Gabriel Crocce, profesor de inglés.
Cultura inglesa. Aunque los profesores prioricen el taller respecto del viaje, admiten que es una experiencia inolvidable para los alumnos, que además podrán compartir a su regreso con otros compañeros. "Es un viaje de estudiantes y no de fin de curso, tampoco se trata de un intercambio establecido formalmente, porque la estadía es sólo por tres semanas y no se alojan en casas de familia", afirman los docentes que intentarán establecer algún vínculo institucional con la universidad.
"Cada viaje implica una búsqueda y tenemos expectativas en cuanto a la experiencia que vamos a recoger, porque conocer y descubrir otra cultura también implica respetar pautas de convivencia". Cuatro chicas y cinco varones viajarán en julio a Inglaterra, acompañados por los profesores del Politécnico, y coordinados por la empresa FairPlay Travel.
"Son adolescentes de 13, 14 y 15 años que tienen distintas autonomías, acostumbrados quizás a que alguien ordene su ropa, entonces la experiencia no va a ser sólo con el idioma o con otra cultura. Tendrán que compartir un cuarto con alguien que no es su amigo, entrar en una rutina diferente, donde deberán cumplir horarios para llegar al desayuno y a las clases, sin un padre o madre que los despierte. Entonces también la idea es fomentar estas responsabilidades hace que el viaje tenga un plus", dice Diego, con la idea de que luego también puedan volcar su vivencia en una revista digital.
Hablar en inglés. "Todos seremos capaces de comunicarnos y ayudarnos cuando sea necesario", asegura Dolores, alumna de 3er. año. "Este taller nos habilita para viajar, nos enseña la cultura inglesa y permite conocer el lugar que visitaremos", continúa. En cambio, para Agustín, otro de los chicos asistentes al taller, la propuesta del viaje fue lo que motivó su ingreso al taller. "Las clases son entretenidas y formamos un grupo muy cálido con mis compañeros".
"El profe de inglés ya nos había anticipado algo del viaje el año pasado", agrega Julián de 2º año, tan entusiasmado con la idea que enseguida lo consultó con su familia. "Al principio me anoté en el taller porque era obligatorio para el viaje pero después me di cuenta que estaba bueno y podíamos pasarla bien. Tenemos buena relación entre todos y es mucho más distendido que una clase. Tengo ansias de ver como es Londres y espero que al hablar me entiendan", desea Julián, que al igual que sus compañeros empezó a estudiar inglés desde chico.