Aventuras en las calles rosarinas
Circular por las calles de nuestra ciudad resulta toda una aventura tan o más emocionante que en una selva.
20 de octubre 2017 · 00:00hs
Circular por las calles de nuestra ciudad resulta toda una aventura tan o más emocionante que en una selva. Hay varias razones para ello: la inseguridad, el estado de las calles y el tránsito. A diario vemos en los medios hechos delictivos que ocurren. Respecto del estado de las calles, basta circular por las diferentes arterias para verificar el pésimo estado en que se encuentran las mismas, con superficies desparejas o directamente rotas, se verifica la falta de mantenimiento, reparaciones mal hechas o los famosos corralitos de la EPE o Aguas Santafesinas; y todo esto atenta contra la seguridad, generando situaciones riesgosas y accidentes de diferentes matices. La administración del municipio, cuyo partido lleva ya casi 30 años al frente del mismo, no tiene ni tuvo una política adecuada o directamente se muestra incapaz de poder resolverlo. Es alarmante la falta de coordinación entre los diferentes organismos ya sean municipales o provinciales que realizan trabajos en las calles y veredas, donde se rompen instalaciones que se hicieron o repararon recientemente, y qué decir de la falta de inspección y supervisión de los trabajos que resultan en la baja calidad de estos y en pésimas terminaciones del pavimento. Los trabajos que realizan las empresas contratistas de la EPE o Assa merecen un párrafo aparte. Deberían planificarse para reducir el tiempo de ejecución, como ser trabajar en horario extendido de hasta 12 horas, aprovechar los fines de semana, y en algunos casos especiales hasta trabajar las 24 horas del día, y otras medidas más. En cuanto al tránsito, Rosario es una ciudad que se caracteriza por la escasez de avenidas que permitan un tránsito fluido, a lo que se suma las desacertadas medidas que se implementan desde la Municipalidad y la total falta de control. Se dispusieron sendas para la circulación con bicicletas indiscriminadamente, utilizando calles por donde transita el transporte público de pasajeros con la consiguiente reducción del espacio y los riesgos que se generan para los ciclistas. Hay calles con estacionamiento a 45º que resultan una estrecha vía de circulación (ejemplo: calle Alem) y ni que hablar de la calle Salta con senda y estacionamiento del lado izquierdo. Otro problema se plantea con la falta de reglas claras que provocan confusión en los conductores foráneos. Hay avenidas que cuentan con sistemas de semáforos para girar a la izquierda en los que hay un carril habilitante sobre la derecha y en otra esquina de la misma avenida el carril habilitante está situado a la izquierda.
La falta de ordenamiento y del control en el cumplimiento de las reglas de tránsito por parte de las autoridades, que deberían ser competentes, es alarmante. A diario vemos motociclistas sin cascos, vehículos circulando que no se encuentran en condiciones técnicas para hacerlo, violación de las normas establecidas, producto de la falta de control. Sólo se ven a los inspectores de Tránsito en ocasión de los trabajos de hormigonado en obras particulares, por el que se cobra un canon; no así en los trabajos en las calles rosarinas cuando los realizan las empresas contratistas de la Municipalidad, la EPE o Assa. La Dirección de Tránsito demuestra su total ineficiencia, falta de capacitación y compromiso, o falta de instrucciones claras por parte de las autoridades superiores. Espero que esta carta sea publicada y sirva para que vayamos tomando conciencia de los riesgos que corremos permanentemente en las calles rosarinas y la Intendencia se ponga a trabajar seriamente en tratar de disminuir los accidentes.
DNI 8.412.132
Promesas de campaña
Quiero adherir a todo lo expresado por el titular del DNI 6.347.664 en las Cartas de Lectores del pasado martes 17 de octubre. Da vergüenza ajena escuchar a la ex presidente y al otrora jefe de bancada del FPV, Agustín Rossi. El cinismo y desfachatez con que pretenden hacernos creer que son nuestra salvación es cuanto menos inmoral. Espero que los santafesinos tengamos memoria a la hora de entrar al cuarto oscuro dejando de lado intereses mezquinos, y como dice en su spot el candidato de Cristina, nos unamos "para construir un país mejor, sin lugar para corruptos oportunistas", a quienes lo único que les interesa es el bienestar propio. Este 22 tenemos la oportunidad de elegir quienes queremos que nos representen y defiendan. Depende de nosotros. No nos dejemos engañar con falsas promesas. Las soluciones que hoy proclaman deberían haberlas puesto en marcha en los 12 años que nos gobernaron y no dedicarse a saquear el país y dar limosnas a los más necesitados para mantenerlos cautivos. Prometer es fácil cuando las chances de llegar son remotas.
Graciela Torres
Se disparó el precio de la lechuga: por qué aumentó y cuándo bajará
Vecinos denuncian abandono y falta de control en los accesos a Rosario
Valorar la ciudad que tenemos
Nací y me crié en esta ciudad. Reconozco que renegaba de muchas cuestiones aquí, y hoy me doy cuenta que lo hacía por desconocer otras realidades. A los 48 años decidí mudarme a la provincia de Buenos Aires, si se quiere "la más importante del país". Allí encontré que es habitual esperar un transporte público una hora y media, que se bebe agua de pozo en la mayor parte de la provincia, que las cloacas son exclusivas de algunas zonas importantes, y otras cuestiones que aquí me hubieran resultado impensadas. "Dios es argentino y atiende en Buenos Aires". Eso es lo que nos han hecho creer. Sin embargo, hoy puedo decir sin duda que Rosario tiene un nivel de vida y una estructura muchísimo mejor que la "Reina del Plata". Transporte deficiente (es común llegar tarde a trabajar por este motivo), burocracia arraigada y atrasada. Burla hacia la gente que desea trabajar. Menor sueldo, no existe agua de red, ni barrido y limpieza, por mencionar cuestiones que hacen a la vida diaria. Después de padecer semejantes diferencias, sólo me resta decir "perdón Mónica Fein". Porque no tenía idea lo bien que se vive en Rosario, lo linda que está, hasta que me tocó vivir otras experiencias, propias de la provincia más pobre del norte del país, y no de Buenos Aires, con todo su ego. Las calles no son más anchas que en Rosario (donde hay pavimento, con suerte) pero tienen circulación de doble mano y se estaciona de ambos lados. Imaginarse el caos, es sencillo. Rosarinos, nunca fui adepta al partido gobernante pero luego de lo expuesto, no es descabellado pedir que valoremos lo que tenemos.
María Alejandra Pimentel
En la búsqueda del futuro
Se estima de acuerdo a lo que se vislumbra en la calle que el gobierno contará con la aprobación de su gestión llevada a cabo en estos casi dos años. Una prueba de ello fue la compulsa electoral ofrecida por el resultado de las Paso, donde sacó a nivel nacional un puntaje de aceptación que le brinda tranquilidad, y donde las variables económicas mueven a pensar que han sido precisas y graduales, respecto al descalabro hilvanado por el proyecto anterior. Existe aún con respecto a este último tema una cuestión de variables que permitan disminuir el llamado déficit fiscal o gasto público, donde la tajada política (funcionarios, asesores, jubilaciones de privilegio y otras yerbas) es una verdadera afrenta para los que trabajan dignamente. Y en segundo lugar se debe disminuir considerablemente el endeudamiento externo. En suma, si el presidente logra poner en caja estos dos ítems, y actúa con mayor dureza contra lo que él llama "la legendaria viveza criolla", enquistada mayormente en los sectores del peronismo residual, de los burócratas señores feudales de varias provincias que aún perduran en "la liturgia de 70 años atrás", y de minúsculos sectores de la izquierda abiertamente inclinados a manifestarse a través de la violencia en un sistema democrático, el horizonte de la Argentina por fin despertará hacia un sendero de progreso.
Felipe Demauro
Autos y taxis mal estacionados
Soy vecina desde hace 10 años del centro de rehabilitación que se encuentra ubicado en calle Paraguay entre Cerrito e Ituzaingó. En la semana es casi imposible transitar, tanto por la calle como por la vereda de esa cuadra ya que los taxis especiales que trasladan a discapacitados o personas con movilidad reducida estacionan en todos lados (en doble fila, sobre la vereda) el tiempo necesario para esperar que sus pasajeros se hagan el tratamiento en ese centro. La postal que vemos, y padecemos los vecinos, son varios autos parados en todo momento, todos los días. Esto se agravó ya que hace unos años este centro se amplió. No entiendo cómo es que se le exige a un edificio una cierta cantidad de cocheras de acuerdo a la cantidad de viviendas a realizarse y a este centro no se le exigió en ninguna de las dos oportunidades (en su primer permiso de edificación y en la ampliación subsiguiente) cocheras destinadas para la carga y descarga de pasajeros, sólo tienen un espacio reservado en la vía pública para un vehículo. Tanto este centro de rehabilitación como los taxistas que llevan a estas personas deberían darle un trato digno ya que "viven y conviven" con y de ellas. El primero en brindarle condiciones de ascenso y descenso en sus instalaciones de forma apropiada, y los segundos no infringiendo la ley de tránsito usando las capacidades diferenciales de quienes trasladan para molestar y hacer lo que quieren en ese área de la ciudad. También insultan a los vecinos que sólo queremos circular tranquilamente.
DNI 23.716.601
Pintadas que molestan
Siempre lo mismo. Si bien es lamentable lo que pasa con Santiago Maldonado, basta de escribir el Cabildo los encapuchados de siempre. Hasta cuándo van a escribir en esas paredes. Pasa cualquier cosa en el país y escriben el Cabildo. Basta, agárrenlos, sanciónenlos. El Cabildo no se puede escribir, respeten la historia. Esto no pasa en otro lugar del mundo.
Carlos Bianchi