Los Arrebatados en Banda vuelven a hacer de la suyas. Las voces de los chicos se entremezclan en el estudio de radio y la informalidad se adueña de la escena. Hablan como chicos que son de temas que los adultos manejan más sistemáticamente. Pero ellos buscaban un lugar, un espacio de libertad para construir una ciudad mejor y decir las cosas que pueden aportar desde ese lugar.
Tienen entre 11 y 12 años e integran los Consejos de Niñas y Niños que forman parte del Proyecto Ciudad de los Niños que depende de la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad. Son de diferentes barrios y tienen cosas para decir, para aportar al crecimiento de su ciudad.
La idea de los Arrebatados surgió de una propuesta de los primeros Consejos de Niños y Niñas donde los chicos cuestionaban su participación en los medios de comunicación. “Decían que muchos adultos hablaban sobre ellos pero muy pocas veces les preguntaban a ellos qué cosas les pasaban. Es decir, no se veían reflejados”, resalta Patricia Antonini, una de las coordinadoras del programa junto a Hernán Altamirano.
Primer programa. Arrebatados se emite desde hace algunas semanas por la FM 103.3 de Radio Universidad, los sábados de 13 a 14. La historia cuenta que el primer programa salió por esta misma emisora en 2005 y 2006. Pasó a Radio Continental en 2007 y en 2008 lo hizo ya en Radio del Plata.
En 2009 no logró conseguir un espacio radial pero los chicos sabían que la propuesta no se acababa en las radios. Salió entonces la idea de Arrebatados en la web. Pero 2010 fue un año trascendente, porque no sólo lograron relanzar el programa sino que además, pudieron editar la Gaceta de Arrebatados. Como si eso no bastara, fueron nominados en 2011 para la entrega de los premios Martín Fierro del interior del país.
Los arrebatados de este año son siete. Algunos más tímidos, otros más locuaces. Sin embargo, todos tienen algo para decir.
Para Agustín Barrera (11 años, Escuela Gesta de Mayo), quien con mucha timidez le asegura a La Capital que su mayor motivación para participar en el programa es “hacer más amigos”.
En cambio, Juan Gabriel Rodríguez (12, Escuela Vicente Echeverría) está convencido de que “los adultos tienen que escucharnos y hacer más cosas por la ciudad. Me gusta participar del Consejo. Le podemos aportar muchas cosas”.
Ideas y consejos. A Priscilla Wollert (11, Escuela Nuestra Señora del Valle), le pareció “muy bueno el proyecto de participar en Arrebatados para así poder darles ideas y consejos a la gente que está en la política y a cualquier persona de la ciudad. Les podemos hacer advertencias”.
Sasha Luján (11, Escuela Almafuerte), por su parte dijo que uno de los temas tratados es sobre los docentes. Al respecto opina que “algunos maestros escuchan a sus alumnos y otros no. Y está bueno que ellos nos presten atención, nos entiendan y les interese lo que pensamos. No es cuestión de tener dos trabajos en uno, pero queremos que sepan lo que nos pasa. Otro tema que me interesaría tocar en Arrebatados es sobre el cuidado ambiental o por ejemplo el uso de cascos para evitar accidentes”.
Con todas las pilas. Telma Ilincheta (de 11 años, Escuela María Madre de la Iglesia) asume cierto desparpajo y soltura al enfrentar un grabador. Y cuando se la consulta sobre la visión que tiene del programa y el aporte que le pueden hacer como chicos explica que “la visión es muy sencilla porque se trata de hacer algo por la ciudad, por nosotros y por los que nos escuchan. Se trata de saber escuchar a la voz más chiquita. Porque en realidad los grandes son la autoridad, pero nosotros también tenemos voz y queremos expresarla. Me parece que desde mis once años puedo aportar cosas porque aunque tenga menos experiencia que un adulto sé las cosas que puede llegar a saber un adulto”.
Sobre inseguridad. El tema se la inseguridad, los secuestros de chicos y el tratamiento que hacen los medios del tema tampoco escapan al análisis de Telma. “Es una temática que nos gustaría abordar pero es muy complejo. Después del caso Candela, hay que tener mucho cuidado porque se empezó a hablar de las traffics que secuestran chicos y hay que tener mucho ojo con lo que se dice. Sé que hay mucha gente malvada. Por eso cuando los padres nos dicen que no nos vayamos de tal lugar no lo hacen por malos. A veces nos enojamos porque queremos tener más libertad pero ellos lo hacen porque nos quieren proteger. Siempre me enojo porque quiero ir a la escuela sola y mi mamá me dice que no porque si me pasa algo se muere”.
Una sola cosa es evidente: aunque arrebatados y en banda, los chicos tienen mucho que aportarles al complicado mundo de los adultos.